Una multinacional norteamericana de software libre (Red Hat, que lidera en el mundo el desarrollo y distribución del sistema operativo GNU/Linux y trabaja también en otros productos basados en código abierto) ha contratado como ejecutivo para su sede en Europa a Alberto Ruiz (Las Palmas de Gran Canaria, 1984), titulado el pasado año en la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

Ruiz, que se incorporará a la compañía en su cuartel general europeo en la República Checa, ha tenido una trayectoria vital desde su época de adolescente que le ha conducido, inevitablemente, a trabajar para una empresa internacional dedicada a programas y servicios informáticos que asumen la filosofía y la tradición del software libre, y que con sus productos luchan por extenderlos por los cinco continentes.

"Se puede decir que mamé la informática desde pequeño. Y así, con 15 años, supe por mi hermano mayor", cuenta el hasta el año pasado alumno de la Universidad grancanaria, "que había una cosa que se llamaba Linux que desarrollaban voluntarios, creando entornos más seguros que Windows, y que se podían adaptar a la creatividad de cada programador".

Para cuando su hermano nueve años mayor le hizo esta revelación que cambiaría su vida, Alberto Ruiz ya estaba familiarizado en programación.

Al menos, en la que se puede emplear y curiosear un chico que se siente fuertemente atraído por la actividad de su pariente, que trabajaba como programador informático tras iniciarse a los 12 años.

Sin contar con que, además, el ambiente en casa era más que propicio para que acabara estudiando la carrera hasta convertirse en ingeniero técnico en informática de sistemas. "La carrera me eligió a mí. Todo fue un poco fortuito. Desde pequeño tenía ordenador en casa, el de mi padre, que era contable y al que se le daba y le gustaba la informática", cuenta Alberto.

Destripando cosas, y dispositivos, llegó un día en el que dio un paso más allá de la programación en la que se inició a los 15 años. "Trabajando con mi padre durante los veranos pude reunir el dinero para comprarme mi primer ordenador".

Con él, y ya antes con el de su progenitor, navegaba por Internet y se le abrieron definitivamente las puertas al mundo del software libre. "Tampoco era muy frecuente en las familias estar contectados a la Red en los años 1996 o 1997", señala como otra de las situaciones de su entorno que terminaron por espolear su dedicación y entrega al mundo del código abierto.

Así que de los primeros estímulos del ambiente familiar pasó Alberto Ruiz a los incentivos que ofrecía la Red, multiplicados y acrecentados, mediante las conversaciones online en los grupos de software libre y los encuentros LAN party, las fiestas de los ordenadores en las que los fans de la programación se reúnen para compartir e intercambiar información, que se celebraban en las Islas.

Lo siguiente fue involucrarse en el Grupo de Usuarios de Linux de Canarias (Gulic). "En aquella época fue de los primeros y de los más activos en España".

Y comenzó su particular evangelización sobre el software libre. "Es toda una filosofía por que admite el trabajo colaborativo y voluntario. Y se permite, además de usarlo y estudiarlo, redistribuirlo para que se beneficien otras personas, y también mejorarlo y adaptarlo a las necesidades de cada uno", resume el nuevo ejecutivo de Red Hat en qué consiste el movimiento internacional que impulsa el código abierto desde 1984.

Particularmente interesado en el uso de esta herramienta gratuita, o al menos más barata que los productos con licencia de otras multinacionales, a Alberto Ruiz le llamaba la atención el "malgasto" en la Administración pública en soportes que podrían muy bien tener equivalente en software libre.

"En la industria local de programación tenemos gente que puede asumir ese cambio en las instituciones públicas", asegura.

Un caso de éxito en este sentido puede ser el de la propia ULPGC, que abrió su Oficina del Software Libre en 2003 y que utiliza mayoritariamente el código abierto en diferentes aplicaciones de gestión, tanto en el ámbito académico como en el administrativo.

Allí entró a trabajar Alberto Ruiz en 2005. Su actividad de promoción del software libre continuaría durante unos años hasta que en 2007 le contrató la empresa Sun Microsystems (una multinacional informática adquirida en 2009 por Oracle Corporation) para su sede en Dublín (Irlanda).

"Ahí fue cuando cambio absolutamente todo", recuerda ahora, cinco años después, cuando a su trayectoria profesional que continuó más tarde en Manchester (Reino Unido, en 2009 para la empresa consultora de móviles Codethink), le siguió forjando un currículum (que continuó en la compañía Canonical, que trabajaba en el sistema operativo Ubuntu y para la que la mayoría de sus ingenieros operaban desde casa, como hacía el propio grancanario) y que, al final, no pudo más que atraer a los cazatalentos de Red Hat para su cuartel general en Europa.

Él estuvo, por supuesto, ayudando mucho a que se consumara el fichaje por la multinacional norteamericana. "En los últimos años me propuse ese objetivo y ha sido mi meta. Al final, lo he conseguido", reconoce Alberto Ruiz.