La cooperación española que no llega a Mozambique, por las restricciones presupuestarias de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) o por que esta no considera el país estratégico para sus actuaciones, se está proporcionando en un proyecto con recursos humanos procedentes de la Universidad grancanaria.

"Hay muy pocas universidades españolas que estén trabajando en ese país", corrobora Rosario Berriel, vicerrectora de Internacionalización y Cooperación de la ULPGC.

La institución suscribió en febrero de 2011 un convenio con la Universidad de Zambeze, situada en la provincia de Tete, en la región central del país, para colaborar en el desarrollo de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la conocida como Unizambeze.

Este proyecto es paradigmático de la cooperación que surge en un miembro de la comunidad universitaria, Luis López Rivero, profesor del Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas, especialista en medicina humanitaria y con experiencia anterior en Mozambique, y que logra después arraigar en un buen número de docentes y ser asumido por la propia ULPGC.

Sin costar un solo euro a la cooperación española y de la Universidad grancanaria, el proyecto consiste en formar al alumnado que llega hasta el tercer curso de Medicina de la Unizambeze en el segundo ciclo de la carrera (4º y 5º cursos), sin el cual no es posible la capacitación y titulación para ejercer como doctor.

Instituciones como la Consejería de Sanidad y la Federación Canaria de Municipios y Provincias (Fecam) también se han sumado a esta colaboración, que está basada en el esfuerzo y dedicación desinteresados de un grupo de profesores de la ULPGC. Ellos acuden en su período de vacaciones, o en licencias autorizadas en otros pocos casos, a Mozambique para impartir el programa docente del segundo ciclo de Medicina. "Cuando expliqué el proyecto en la Agencia Española de Cooperación Internacional no se lo creían", confiesa Rosario Berriel.

"Nos pusimos en contacto con ellos (el centro de Mozambique) después del congreso de universidades españolas y africanas del que la institución académica fue anfitriona en 2010", recuerda ahora el médico y profesor de la ULPGC, Luis López Rivero.

La imposibilidad de que la Unizambeze impartiera las asignaturas del segundo ciclo despertó su interés por abrir la colaboración.

Así se empezó a generar el proyecto docente de forma conjunta (ULPGC-Unizambeze), que se aprobó por las dos partes y posibilitó que los docentes de la Universidad grancanaria comenzaran a impartir las clases el 4 de enero de 2012. Teniendo en cuenta que allí el curso coincide con el año natural, por primera vez se dieron las clases de cuarto año desde ese mes hasta noviembre del pasado año.

En total, se desplazaron veinte profesores de la ULPGC, la mayoría de ellos, algunos colaboradores de la institución académica, y hasta un catedrático. Cada uno de ellos tuvo que permanecer en Mozambique entre un mes y dos semanas. "Muchos de ellos fueron en su período vacacional", reconoce López Rivero.

Las estancias están marcadas por el calor y por jornadas intensivas. "Empezamos a las 7 de la mañana; damos dos horas de teoría, cuatro de teórico-práctica, entre el aula y el hospital. Y luego, por la tarde, 2 ó 3 horas más de seminario. El tiempo no da tiempo para mucho".

Este año comenzó con la segunda promoción de 4º curso y la primera que estudia 5º. "En el último curso hay 30 alumnos. Cuando termine el año duplicaríamos el número de médicos de la zona. Hay 30 para toda la provincia de Tete, que tiene 2 millones de habitantes", explica el profesor de la ULPGC. "Y un cirujano. Es como si tuviéramos para toda Canarias esas cifras".

Los cooperantes trabajan ahora en la sostenibilidad del proyecto a más largo plazo. "Queremos seleccionar a los cinco mejores expedientes, traerlos aquí para formarlos como docentes para que ellos, a su vez, se incorporen a la plantilla de Unizambeze".

Los primeros llegarían en 2014 y se estima que tres años más tarde, en 2017, puedan estar cubiertas alrededor de la mitad de las clases con profesorado nativo. "Estamos encantados con los alumnos, que han sorteado obstáculos inimaginables y tienen dificultades todos los días para poder estudiar".