La primera puerta a la consecución de un empleo no es la entrevista de trabajo sino pasar la criba previa entre montañas de currículos con los que centenares o miles de personas optan a un mismo puesto. En una coyuntura de crisis económica como la actual, esa habilidad quizá hay que afinarla aún más para ampliar las opciones de poder llegar a sentarse ante la mesa del reclutador de la empresa que busca cubrir una vacante laboral.

Y este requerimiento sirve no sólo para el mundo offline sino también para las demandas de empleo que todos los días salpican las páginas y portales especializados publicados en Internet.

Los expertos en orientación laboral y empleabilidad coinciden en describir las características de un buen currículo: que tenga claridad, concisión y especificidad. Y, por supuesto, que también sea lo más breve que se pueda.

"Ya no se lleva lo de hacer mil copias del currículo y entregar a todas las empresas el mismo perfil", afirma Teresa Rodríguez, consultora de la Fundación Adecco en Las Palmas. Esta Fundación, creada en 2011, dirige su orientación laboral especialmente a mayores de 45 años, personas con discapacidad y mujeres con responsabilidades familiares no compartidas y/o víctimas de violencia de género. Cada día, Adecco emplea desde sus oficinas españolas a unas 30.000 personas, según esta multinacional.

"Nosotros recomendamos que el currículo sea breve, conciso y que dé mínimamente los detalles en cuanto a experiencia y las funciones profesionales que se han desarrollado. Los textos de 4 o 5 páginas no suelen ser efectivos sobre todo por que los expertos de recursos humanos no tienen tiempo para leerlo todo y se quedan con lo esencial y lo que está bien presentado", añade Rodríguez. Además, recomienda elaborar una historia concreta si se opta a un puesto también específico.

La demanda de asesoramiento tiene que ver con la feroz competitividad para conseguir un empleo, que arrecia en tiempos de alta tasa de paro como el actual, y también por una sobreoferta de información, sobre todo en Internet, que ayuda a la confusión sobre todo en determinados colectivos.

Mayores de 45 años

"La forma de hacer el currículo, a grandes rasgos, no ha variado. Pero sí los formatos, los soportes y las vías de comunicación", señala la especialista de Adecco. Quienes peor lo tienen, en este caso, son las personas de más de 45 años, aún mayoritariamente con problemas de accesibilidad a la Red y al uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación. "Muchas tienen miedo a Internet", afirma.

Las recomendaciones para confeccionar un currículo son útiles para el común de los perfiles de los candidatos a un empleo, sean o no titulados universitarios.

Pero para enfrentarse a esa tarea de hallar trabajo en un mercado laboral cada día más complejo y saturado por millones de personas en pos de un trabajo, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) ofrece un Servicio de Orientación Laboral a sus alumnos que aún no han finalizado los estudios y también a los egresados que están en la tarea de la búsqueda de un contrato del tipo que sea. Un servicio que se presta desde hace cinco años y ya se considera inseparable de la propia formación académica universitaria, según Nicolás Díaz de Lezcano, vicerrector de Estudiantes y Empleabilidad de la ULPGC.

"Esta es una prestación novedosa en las universidades", explica. "Sobre todo desde la reforma de los estudios y la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior".

De manera que la empleabilidad de los alumnos también se convierte en indicador que computa en los resultados de la función social y académica de un centro superior. Por eso las universidades españolas se han puesto a la tarea de entrenar a sus estudiantes en empleabilidad, una función que lidera precisamente la ULPGC y "pone en valor", a juicio de Díaz de Lezcano, el trabajo impulsado hasta ahora en este campo por la Universidad grancanaria.

"Les enseñamos de todo: desde cómo ir vestidos, presentarse y afrontar una entrevista, hasta la manera de elaborar un currículo", explica Lourdes Sarmiento, directora del Servicio de Orientación Formativa y Empleabilidad de la ULPGC, por el que han pasado desde su creación 3.800 alumnos y egresados universitarios. A todos se les comienza realizando una tutoría personalizada para adiestrarlos en las exigencias del mercado laboral.

Sarmiento ofrece su receta: en cuanto a la cualidad, el currículo "tiene que ir hacia la especificidad y no a la generalidad". Y por lo que se refiere a su estructura, ha de reunir tres características: "claridad, concisión y brevedad".

Si todo eso se puede resumir en una sola página, mejor. "Eso es lo difícil: explicar con claridad la formación y las aptitudes personales, y hacerlo en un folio", apunta. Para esta especialista el formato más adecuado y, además, una tendencia y moda es el currículo europeo, el Europass. "Es lo que se lleva", añade Sarmiento.

Se trata de un documento común en el territorio de la UE en el que se describen las competencias y cualificaciones de una manera fácil y directa. "No digo que usar otras técnicas sea un error, pero ahora se utilizan estas".

La última acción para formar a los universitarios en ese futuro al que se deben enfrentar en más o menos tiempo, la elaboración de un currículo y la entrevista de trabajo, tuvo lugar este fin de semana en la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad grancanaria. .

"Intentamos preparar a los del último curso de grado y del plan antiguo para afrontar un tipo de entrevista muy de moda en el contexto europeo, el Code interview (entrevista de código)", explica su director, Francisco Santana. Un caso claro, el de los ingenieros informáticos, de lo que se ha actualizado el currículo y de la necesidad de adaptar la historia académica y profesional (si se tiene ya experiencia) a la capacitación personal y a la demanda del empleador.