"Yo ya no puedo vivir sin mi iPad", asegura Víctor Manuel Girona, un hombre viudo que lleva dos años disfrutando de las prestaciones de su tableta y que ya es, indefectiblemente, partidario de este dispositivo móvil de por vida. "Me la regalaron mis hijos y, desde entonces, me acompaña en mis ratos de ocio y en mis necesidades de comunicación", explica.

Víctor Manuel es alumno de segundo curso de Peritia et Doctrina, el programa formativo para mayores de 55 años de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), y ayer formó parte del grupo de estos especiales estudiantes universitarios que participaron en un taller sobre manejo de tablets en el Ceip Salvador Manrique de Lara, impartido por una veintena de alumnos de tercer curso del centro.

La idea es una de las acciones incluidas en el proyecto de Tecnología Social de la Universidad grancanaria.

Esta curiosa interacción entre niños y mayores propició algo más que el intercambio de conocimientos, aparentemente más pronunciado del lado de los pequeños, que son nativos digitales.

Fue un momento del día, algo más de una hora, en el que los niños pudieron sentirse protagonistas y los alumnos de la ULPGC, muchos de ellos docentes jubilados, objeto de las enseñanzas de sus pequeños profesores.

"Buenos días señoras y señores. Somos alumnos de tercero de primaria y vamos a empezar esta pequeña clase sobre cómo usar una tableta", abrió el taller con las presentaciones Javier, que desgranaría junto a Ana sus contenidos ayudándose de un guión y la visualización de una tableta proyectada sobre la pizarra de la biblioteca del colegio.

Arranque

Niños y mayores estaban ya repartidos por las diferentes mesas, mezclados, y provistos de los correspondientes dispositivos, unos aparatos que forman parte del equipamiento suministrado por la Cátedra Telefónica de la Universidad grancanaria y con los que se hecho posible impartir este curso 2012-2013 diversos talleres en colegios de primaria de la isla.

Lo primero: el encendido del aparato y el desbloqueo para poder entrenarse en el manejo. Las teclas de las funciones menú y retorno son de las primeras cosas que enseñaron los niños a los mayores.

"Yo tengo ordenador de sobremesa desde hace años en casa, pero nunca había practicado con la tableta", reconoce Paqui Morales.

Esta profesora jubilada tras casi cuarenta y un años de servicio como maestra de primaria, de educación especial y logopedia, ayer pudo iniciarse gracias al oficio de Carolina Antúnez, que la guiaba firme por la pantalla. "Para ir hacia atrás tienes que pulsar aquí, en inicio. Y si quieres ir a los juegos tienes que apretar aquí (en el menú).

Estas y otras conversaciones similares eran seguidas de cerca por Carlos Oropesa, un alumno del año de adaptación de grado de la Escuela de Ingeniería Informática de la ULPGC, que forma parte del grupo de estudiantes que este curso han formado a alumnos como los del Ceip Salvador Manrique de Lara.

"Los niños tienen muchas facilidades para interactuar con las tabletas", explica, "pero la tecnología de este y otro tipo de dispositivos similares es bastante intuitiva así que los mayores también pueden hacerse con ella sin problemas".

Por entonces, ya en el taller se introducía a los alumnos en la navegación por la Red para pasar casi a renglón seguido a adentrarse en el abigarrado mundo de las aplicaciones (apps).

Invirtiendo los papeles, en una mesa Fernando Tagarro lidiaba con un enjambre de niños que en tres o cuatro tablets seguían, a su ritmo, el taller.

A Tagarro, también profesor jubilado, se le notaban las tablas. "Esta es la función de cámara; ahora sacamos las imágenes y los vídeos y los llevamos hasta aquí", decía, "a Picasa que es donde se almacenan". El ex profesor, ahora alumno de Peritia et Doctrina, despejaba dudas: "No, no les enseño. Solo nos intercambiamos conocimientos".

A su lado, María Rodríguez participa. "Yo tengo tableta en casa aunque es más pequeña que la que estamos usando hoy. Me encanta".

Y Nerea García, también compañera de mesa de María y de Tagarro, reconoce que prefirió pedirle a los Reyes de este año un hámster en vez del dispositivo, en contra de la solicitud mayoritaria de sus compañeros de clase. "Pero me gusta mucho usarla para buscar cosas, y también para estudiar".

Las fotos y las imágenes en vídeo son el rato de juego final, que ocupa unos cuantos minutos. Niños/profesores las sacan a mayores/alumnos, y a la inversa. Y de una mesa a la contraria, también.

Todo un material que servirá para ilustrar una iniciativa que, mezclando niños y estudiantes mayores de 55 años de la ULPGC, es prácticamente inédita, según afirma Beatriz Correas Suárez, profesora de Informática en el Peritia et Doctrina y responsable del Proyecto de Desarrollo Tecnológico Social de la ULPGC.

Los alumnos de ese programa reciben en el primer curso nociones de informática para pasar en el segundo a estudiar cómo navegar en Internet y manejarse en las redes sociales.

El tercer y último curso del programa, en lo que a esa asignatura se refiere, se ocupa de adiestrar a los mayores en el uso de Google y las aplicaciones que tienen que ver con el almacenaje de archivos y contenidos en la nube.

Según su experiencia, los estudiantes de esta edad están tan interesados en la tecnología como los niños y adolescentes. "A todos les acaba por gustar. Y a los mayores les termina enganchando igualmente. Sólo tienen que casar la tecnología con sus gustos, intereses y aficiones".

En el caso de Paqui Morales, lo tiene claro. "Internet es una gran ventana abierta al mundo". Y para Víctor Manuel Girona, su iPad le permite jugar al solitario en los aeropuertos y los aviones. "Es que viajo mucho. Pero también utilizo el correo electrónico, eh".

Profesores y alumnos terminan el taller en el que todos parecen haber disfrutado. "Quién me lo iba a decir, que tengo 41 años de ejercicio docente", dice Estrella Barreiro, profesora jubilada. "La experiencia ha estado muy bien y, además, con esta señora", le abraza sonriendo la alumna de primaria Sara Lorenzo.