La renovación de un acelerador lineal del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria de Tenerife ha levantado voces críticas en la isla Gran Canaria. Este nuevo dispositivo, que sirve para dar radioterapia a enfermos con cáncer, costará 2.884.000 euros al Gobierno de Canarias y sustituirá a uno de los cuatro con los que La Candelaria cuenta en la actualidad. Así, Tenerife posee también dos aceleradores más y una bomba de cobalto en el Hospital Universitario de Canarias. Esto contrasta con los únicos tres aceleradores en funcionamiento del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, el único de la provincia de Las Palmas que ofrece radioterapia oncológica. La lista de espera del Negrín ha provocado que desde hace cuatro meses se trasladen a Tenerife pacientes de radioterapia de Lanzarote y Fuerteventura.

Fuentes consultadas en el Hospital Doctor Negrín consideran "sorprendente" que con la precariedad de recursos que hay en Gran Canaria, éstos se deriven hacia Tenerife. Este centro espera desde hace años una resolución de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias para sustituir el acelerador más antiguo de los tres que posee. Este aparato cuenta con 13 años de trabajo por lo que padece numerosas averías. Otra de las cuestiones que hacen recelar de esta concesión del Gobierno de Canarias a Tenerife, es el excesivo volumen de trabajo al que se somete la Unidad de Radioterapia Oncológica del Negrín. A día de hoy este equipo trata a los enfermos los siete días de la semana, desde las ocho de la mañana hasta las doce de la noche entre semana, y hasta las diez los sábados y domingos.

Sin uso desde 2010

El Hospital Doctor Negrín recibió en el año 2009, durante el mandado de la ex consejera de Sanidad del PP Mercedes Roldós, una licitación para la adquisición de un cuarto acelerador lineal que tuvo un coste de 1.528.704 euros. Este aparato lleva desde el 2010 en el Hospital Negrín sin uso, ya que fue adquirido antes de la construcción del búnker necesario para albergarlo. La actual consejería de Sanidad dirigida por Brígida Mendoza (CC) y el Negrín coinciden en que el cuarto búnker está en marcha y albergará este acelerador sin uso, que en un primer momento fue adquirido para sustituir al más antiguo.

El compromiso político de dotar de forma correcta al Hospital Negrín se ha ido disolviendo en el tiempo conforme a los cambios de gobierno regional. A pesar de que la Consejería de Sanidad afirma que desde su llegada al poder se han acelerado las obras para el cuarto búnker, aún desconoce cuándo se finalizará. Según el departamento de Brígida Mendoza, los pliegos para crear un quinto búnker en el Negrín están redactados y serán revisados para que finalmente el hospital cuente con cinco aceleradores.

La Consejería afirma que no hay favoritismo entre islas, sino que se trata de completar los equipos de toda Canarias y que se atiende a todos los pacientes que necesiten radioterapia, ya sea en Gran Canaria o Tenerife.

Asimismo, se encuentra en fase de proyecto la sustitución de la bomba de cobalto de Tenerife, una de las ocho que hay actualmente en España, ya que es una instalación que se encuentra en desuso.

La concesión del Gobierno de Canarias a La Candelaria ha abierto, por otra parte, el interrogante de si es necesario que otro hospital grancanario tenga servicio de radioterapia. La propuesta del PP durante su mandato de la creación de una Unidad de Radioterapia Oncológica en el Hospital Universitario Insular Materno-Infantil, con colaboración público-privada, no fue aprobada por el actual mandato. Este proyecto contemplaba en 2008 la creación de un espacio para tres aceleradores lineales. Todo ello sería llevado a cabo por una empresa privada en régimen de concesión durante 32 años, y la misma entidad debería acometer la obra, dotarla de equipamiento sanitario y del personal. Ante esta propuesta distintos partidos la tildaron de un intento de privatización de la sanidad pública.