Incertidumbre jurídica sobre la cuantía exacta de las ayudas, la inmediatez en la aplicación del nuevo sistema sin período de adaptación; y fuertes nubarrones en torno al derecho constitucional de garantizar la igualdad de los ciudadanos. Este es el "oscuro" equipaje que trae consigo el nuevo sistema de becas y ayudas al estudio impuesto por el Ministerio de Educación, pese a la oposición del grueso de la comunidad educativa .

Junto a los requisitos académicos, la duda sobre la cuantía de la ayuda durante todo el curso, es una de las partes más criticadas del sistema, que recoge una parte fija de 1.500 euros para las becas salario y otros 1.500 para las de movilidad, y una vez repartida entre todos los becarios (junto a la exención de tasas), el dinero que quede se distribuirá en función de la renta del alumno, sus notas y las de sus compañeros (cuantía variable).

"Esto introduce una gran incertidumbre jurídica porque el alumno va a estar prácticamente todo el curso sin saber en qué situación está su beca, ni cuanto dinero va a poder obtener, algo que se va a determinar en función de los rendimientos académicos que haya tenido, y de la disponibilidad presupuestaria existente en ese momento", indicó Nicolás Díaz de Lezcano, vicerrector de Estudiantes y Empleabilidad de la Universidad de Las Palmas de gran Canaria (ULPGC).

Díaz de Lezcano hizo hincapié en la complejidad de un sistema de baremación que depende de la disponibilidad presupuestaria. "Hasta que no esté la tramitación de todas las becas y matrículas por parte de todas las universidades españolas, no se va a poder saber el montante que corresponderá a cada becario, porque habrá que saber la necesidad de todas las universidades españolas y de todos los becarios para hacer después la distribución".

Así un alumno que cobró 3.500 euros de beca el curso pasado, este año, cumpliendo los requisitos académicos y económicos, sólo tiene asegurado un primer pago de 1.500 euros, porque la parte variable de la cuantía, calificada por los estudiantes como "trampa", no la conocerá hasta final de curso.

Las asociaciones estudiantiles aseguran que este nuevo modelo obligará a muchos jóvenes sin recursos a abandonar la carrera, por no poder pagar el segundo tramo de las tasas universitarias, a pesar de haber superado sus exámenes.

A ello se le suma que la tradicional nota de acceso (5) ya no es suficiente para obtener una beca: deben llegar con un 5,5 de media, con un 6 en la FP de grado superior y un 5,5 en el acceso a la universidad para no tener que pagar matrícula y un 6,5 para una ayuda de dinero. Para mantener la beca en cursos posteriores, hay que aprobar la mayor parte de las signaturas y sacar entre un 6 y un 6,5 de media. Todo ello a pesar de que son ayudas al estudio y no de becas de excelencia.

En este sentido Díaz de Lezcano apunta el agravante de que a los alumnos no se les ha dado un período razonable para adaptarse al nuevo sistema. "La aplicación del decreto se acaba de aprobar, se va a valorar al alumno y se va a aplicar inmediatamente para este curso, a pesar de que se había pedido por parte de las universidades que se diera, al menos un año, para que los estudiantes se adaptaran y vieran las necesidades, valorar mejor las asignaturas que cogían... Sin embargo se ha optado por esta vía y entendemos que introduce una grandísima incertidumbre jurídica".

Aunque el ministro dice que esta medida garantizará una mejora en el rendimiento, se da la paradoja de que los alumnos que están a punto de examinarse en septiembre, estén pensando incluso en no presentarse para que una nota baja no les perjudique a la hora de conservar o no su beca.

Sobre esto hay cierta incertidumbre, dado que el ministro Wert han dado a entender que la nota media se calcula con todas las asignaturas aprobadas, y así lo recoge la convocatoria de becas publicada en el BOE, en el artículo 22; sin embargo en el artículo 20 especifica que se tendrán en cuenta las suspensas y no presentadas para obtener la media. Otra sombra más en el actual decreto.

Matrículas

En la Universidad de Las Palmas, tras la aprobación de la normativa de permanencia, a partir de ahora ya se contabiliza para obtener beca aunque no se presenten a examen. "Para no contabilizar tienes que no estar matriculado, si te matriculas en una asignatura, te examines o no, te cuenta", afirmó el vicerrector de Estudiantes de la ULPGC, quien asegura que dicha medida "va a provocar que muchos estudiantes reduzcan el número de asignaturas a las que se van a matricular para ir sobre seguro", subrayó.

Según las previsiones de la ULPGC, la reforma del sistema de becas del Ministerio podría afectar a un 30 o 40% de los becarios. "En este margen están los que se van a quedar sin becas, y a los que se les va a reducir el importe de las mismas. No obstante aún no sabemos cuál serán los resultados de los alumnos este año, si las notas medias van a ser mas altas, más bajas, pero en una proyección matemática aproximada, se habla de entre un 30 y 40% de afectados", indicó Nicolás Díaz de Lezcano.

En el curso 2012/2013 la Universidad de Las Palmas registró 5.624 estudiantes con becas del Ministerio, por un importe de 14,5 millones de euros, cantidad que puede verse reducida de forma sensible con la aplicación de la reforma. Ello también puede repercutir en el impago de las tasas, si finalmente las solicitudes de becas son denegadas o de menor cuantía a la esperada. El pasado curso ya se duplicó el número de alumnos que no pudieron pagar las tasas, pasando de 334 alumnos en 20011/2012 a 679 en el 2012/2013.

La vicerrectora de La Laguna descarta que el nuevo decreto mejore el rendimiento académico

"He atendido ya a estudiantes que, cumpliendo el porcentaje de aprobados que se requiere, no tienen el 6,5 de media, sino un 6,3 o un 6,4 incluso, y que se pueden quedar fuera de la convocatoria", afirma Miriam González Afonso, vicerrectora de Alumnado de la Universidad de La Laguna (ULL).

González comparte las valoraciones realizadas por el grueso de la comunidad educativa en contra del nuevo reglamento de becas del Ministerio de Educación, impulsado por José Ignacio Wert.

"No fomenta la igualdad de oportunidades y tampoco se va a conseguir la mejora del rendimiento en los estudiantes, tal y como argumenta el ministro para defender las bases de la convocatoria. Principalmente, porque a quien se le pide un mayor rendimiento son a las personas y a las familias que tienen menor poder adquisitivo, ya que en aquellas personas que no tengan dificultades para costearse la formación universitaria no importa el rendimiento que tenga, pero a los que nos tienen las condiciones económicas y familiares necesarias para permitirse dedicarse al 100% a los estudios , se les pide un mayor rendimiento".

La responsable de Alumnado de la Universidad de La Laguna asegura que cada vez son más los estudiantes que solicitan la beca del MEC. El pasado curso 2012/2013 registraron 11.242 solicitudes, de las que se concedieron 6.428; mientras que en 2010 fueron 9.814 solicitudes; y en 2009 hablamos de 8.579. "Estos datos reflejan que cada vez son más las familias que cumplen los requisitos económicos. Pero este año con la modificación en la baremación académica, no solo se les pide aprobar sino además sacar una determinada nota, y eso redundará en una disminución de las personas beneficiadas, aunque económicamente cumplan los requisitos".

González Afonso indicó que el aumento de las exigencias que se viene desarrollando desde hace unos años, como el hecho de que el Ministerio no abone las segundas y terceras matrículas "más caras para el estudiante", unido al aumento de las tasas universitarias, ha dado lugar a que algunos jóvenes se hayan replanteado no continuar con la carrera".