¿Cuándo estarán depositados definitivamente los documentos de Juan Negrín en la nueva sede que lleva su nombre?

Los documentos se encuentran en estos momentos en el Archivo Insular de Gran Canaria y estamos esperando a que se trasladen al edificio en la calle Reyes Católicos 30, que nos lo entregarán el 13 de diciembre. Meter un archivo de estas características nos llevará entre 15 días y un mes. A partir de entonces haremos los trabajos de mudanza de la Fundación. Se están haciendo labores de aclimatación, porque esos archivos han estado muchos años en un sótano en París y a una temperatura determinada. A esto hay que sumar que se trata de papeles muy antiguos, realizados con técnicas de mecanografía y con papel fino que se pueden ir destruyendo. Por eso, nuestro objetivo ha sido escanearlos todos para que no se perdieran. Porque la perdida de esos documentos del Gobierno de la Segunda República supondría tener siempre a la República sin respuestas.

¿Cómo se han ido analizando esos documentos?

Con un método científico. Los documentos originales de épocas se relacionan y coordinan con los que ya existen de ese mismo periodo. Los analizan personas con conocimientos como catedráticos o historiadores. Puede haber escrito un montón de libros sobre un tema, pero si no hay un documento base, la historia no reconoce la transmisión oral, e incluso si coincide con los papeles la expurgan porque la verdad es subjetiva. Lo que trata el historiador es relacionarlo con su tiempo. De ahí la importancia que tenía, no sólo poder conservarlos, porque es la historia de un montón de gente, sino poder contrastarlos con otros documentos que podrían existir por ahí. Es un trabajo contra la mala información, o una lucha contra la deformación de la Historia.

¿Por qué ha habido reticencias por parte del PSOE para que los documentos vinieran aquí?

El Partido Socialista tiene una gran fundación que es la Fundación Pablo Iglesias donde está toda la historia del Partido. Es lógico que quisiera que estos documentos estuvieran en la sede central de la Fundación porque allí hay también papeles de Negrín.

¿La tarea de reunir todos esos archivos ha sido complicada?

Ha habido varias etapas. Todo comenzó cuando el hijo de Juan Negrín, Juan Negrín jr, el neocirujano, dio una conferencia en 1969 en el Círculo Mercantil de Las Palmas. En esa conferencia tuvimos el primer contacto con él. En ese momento yo era concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Juan Negrín jr reclamaba la propiedad de su familia, y yo en 2003 publiqué un libro sobre sus pertenencias en Canarias. De ahí surgió el permiso de él para que fuéramos a Niza hace 15 años, y que nos permitiera acceder a las parte de los documentos que él tenía en esa ciudad.

¿Por qué esos archivos han estado tan disgregados?

Cuando Juan Negrín murió el 12 de noviembre de 1956 en París, el hijo mayor cogió una parte de esos documentos y se los llevó. Nosotros pudimos ver esa parte de los documentos porque, aunque él vivía entre Nueva York y Niza, en la ciudad francesa tenía un centro de investigación en el Hospital General Pasteur. A través del Cabildo de Gran Canaria y del Gobierno de Canarias, se nos permitió escoger a un profesor de Historia, Sergio Millares, para que fuera a Niza donde permaneció casi un año escaneando lo documentos que tenemos aquí. Esos documentos sirvieron para abrir las incógnitas sobre el conocimiento de Juan Negrín. Sergio estuvo asistiendo al hospital Pasteur donde, gracias al Cabildo de Gran Canaria, tuvo un equipo informático para escanear los documentos, ya que lo primordial era que no se perdieran. Juan Negrín jr aceptó, tras muchas negociaciones, que fuera un profesor de Canarias, ya que un historiador como Sergio Millares, que había ordenado el archivo de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, podía hacer ese trabajo.

¿Cómo se logró traer los archivos que conservaba su nieta?

Es la segunda etapa del trabajo. Juan Negrín jr muere en 2001, y nosotros ya sabíamos la existencia de Carmen Negrín y la parte del archivo que estaba en París. El ex fiscal general del Estado, Eligio Hernández, va al entierro y contacta con ella y ella con nosotros. Fue difícil la negociación. Pero eran necesarios para que se completaran ambos archivos. Ella ha vivido en esa casa siempre y estos papeles estaban en un sótano. Teníamos que reunificarlos y completarlos. Entonces, volvemos allí con Sergio a París y luego el Ministerio de Cultura, a través de la ministra Carmen Calvo, negocia con los franceses que todos los documentos españoles que estén en Francia puedan venir aquí. Y como Canarias tenía valor de autonomía podían estar aquí los documentos. Fue la explosión de Negrín y muchos historiadores vinieron a hacer sus estudios. Luego, para hacerlo más completo, la empresa Acuario a través del especialista en archivos Enrique Vega, se trasladó a Normandía para hacer el escaneo completo. Ya lo tenemos todo digitalizado y estamos trabajando en el final del proceso que es la catalogación. De cada papel tenemos que incluir nombres, organismos, ciudades y cualquier información que sea importante. Ahora nos preguntan de todos sitios cómo llevamos el trabajo y podemos decir que está hecho el 30 % del total.

¿Por qué la familia ha puesto tanto impedimento por entregar los papeles si son, en su mayoría, documentos de Estado?

Ellos tenían el miedo de que se destruyeran. Y por eso pusieron tres condiciones. La primera era, como el Guernica, que hubiera una democracia. La segunda, el escanear todos los papeles en su origen, ya que Carmen Negrín ha sido muy precavida. Y tercero, que haya un sitio en donde se puedan poner. A ella le gustaba el Museo Canario, pero allí no había espacio. Luego negociamos con Madrid para que fuera al Histórico Provincial, porque era un edificio del Estado, aunque está transferido. Posteriormente, José Miguel Bravo de Laguna arregló todo el edificio antiguo para que estuviera en condiciones para esos archivos.

¿Qué tipo de documentos son la mayoría de esos archivos?

Son documentos del Ministerio de Hacienda, Ministerio de Defensa y Ministerio de la Presidencia, además de todas las relaciones de los demás ministerios con el del presidente. Luego, también están los títulos de Negrín, su correspondencia familiar y documentos relacionados con el Gobierno de la República durante la emigración en Francia y México y su estancia en Londres. Todo lo que fue, en definitiva, la República hasta que Negrín dimitió en 1945 en México. Es un parte de la Historia de España, y si no se tienen esos documentos no se sabrá nunca la verdad.

¿Cómo es el itinerario de esos documentos durante la guerra?

Los documentos salen de Madrid y van a Valencia en el 37, que es donde se traslada el Gobierno. De ahí van a Barcelona en el 38 y de Barcelona, antes del final de la guerra, en los últimos momentos, salen por los Pirineos y se establecen en un edificio que había construido el hijo de Negrín en un mina de polvos de talco en Figueras, ciudad donde se celebró el último gobierno de la República. Ahí estuvo guardado, al igual que las obras de arte del Museo de Prado. Y de ahí salieron en el 39 para París. Luego una parte se la llevó el hijo mayor a Niza y la otra se quedó allí.

¿Hay alguna documentación que le haya llamado especialmente la atención?

Hay muchísimas cosas. Pero, por ejemplo, existe una carta de Negrín a Stalin en la que le dice que no se fía de nadie en Inglaterra, a excepción de un diputado que en ese momento tiene poca fuerza en el partido y que se llama Winston Churchill. En ese momento Stalin no era el monstruo que fue. Y para los ingleses sólo en España había un hombre llamado Negrín, hablaba en las naciones Unidas en el idioma que fuera.

¿Considera que es Canarias el lugar que realmente le corresponde a los documentos?

A Carmen, que no conocía el Archipiélago, la trajimos aquí. Y comprendió que no se entendía Negrín sin Canarias. Uno de los motivos por los que no lo entendían en la Península era, precisamente, por ser canario. Maradiaga dijo que Benito Pérez Galdós había hecho su trabajo porque era un espectador, como un extranjero en España. Negrín vivió un momento de brillantez de la ciudad, que fue creciendo con conexiones con todo el mundo, en donde se hablan idiomas. Cuando Antonio Machado recibe la poesía de Saulo Torón, aquel dijo que "me trae el sentimiento Atlántico de España".

¿Hubo errores en Negrín?

¿Qué ser humano no tiene errores? En el caso suyo, más que errores, yo creo que tenía el problema de que no encajaba bien con el partido porque el partido se movía en una dimensión diferente, y él era un hombre que venía desde arriba, un hombre consolidado en su éxito personal como científico que llega al partido porque cree que es el espacio en el que debe trabajar. Por eso hay muchas tensiones con los políticos. Hay que recordar además que Negrín era un hombre que pertenecía a una familia de la oligarquía económica de Gran Canaria.

¿Es cierto que intentó alargar la guerra civil para que coincidiera con la II Guerra Mundial y nos auxiliaran los aliados?

Viñas dice que no, que lo que hace es resistir esperando que las democracias occidentales le ayudaran, ya que estaba convencido de que iba a haber una guerra en Europa y España encajaría con los aliados. El Herald Tribune puso un titular que lo define bien, "don Juan no tiene que temer a la Historia", porque la prensa internacional sabía que había sido el primer ministro occidental que se había opuesto al fascismo, y que se impusó luchar contra Hitler y Mussolini. Es la primera parte de esa gran tragedia mundial. Negrín quería acabar la guerra, pero como Franco no aceptaba ninguna negociación, Negrín luchaba y lo intentó por varios medios, pero no podía declarar esos intentos. Tenía discrepancias en el método de cómo acabar la guerra con Azaña.

Otra de las mentiras es lo de que entrega el oro de Moscú

Lo de que entregó el oro de Moscú es una mentira que se ha ido desmontando con el tiempo. En estos documentos está la contabilidad del oro y cuando se descubran habrá personajes que caerán del pedestal porque se les entregó dinero y luego no lo utilizaron. Los funcionarios fueron a depositar ese oro con un documento entre dos países y éste se fundía en función de la divisa que había y luego se depositaba el dinero de la República en un banco en Francia. Se gastó todo antes de acabar la guerra. En 1956, el padre de Carmen Negrín y el ministro Ansó entregaron a un representante de Franco todos los documentos sobre el oro de Moscú para que no estuvieran manteniendo esa falsedad.

¿Está previsto que la Fundación realice trabajos en colegios para que se sepa cómo fue ese periodo de España?

El archivo es para que esos documentos se difundan. Vamos a hacer lo mismo que se ha hecho con Pérez Galdós, que es enseñar al Negrín de los papeles. Habrá charlas, visitas a los colegios y, por supuesto, vamos enseñar esa parte de la historia de España que ha estado oculta y deformada.

¿Le ha sorprendido el tratamiento que ha hecho el PP de la Fundación a través de la figura de Bravo de Laguna?

No, porque Bravo de Laguna fue el presidente del Parlamento que le puso el nombre al hospital. El voto unánime del Parlamento que presidía José Miguel Bravo de Laguna aprobó el nombre del hospital de Las Palmas de Gran Canaria y el Cabildo ha tenido una actuación correcta en todo momento.

¿Cuál será el objetivo principal del Centro de Investigación?

Lo mismo que cualquier otro centro como el Archivo Provincial de Las Palmas, el Museo Canario, los archivos nacionales, la Casa de Contratación de Sevilla, etc. Pero intentaremos que se centre en la Edad de Plata de Canarias, en el primer tercio del siglo XX. A pesar de la pérdida de las colonias, esa es la época en la que Las Palmas empieza a despertar y se abre al mundo con una nómina increíble de políticos, poetas, literatos, escultores, etc.

Usted escribió un libro titulado ´La familia Negrín en Gran Canaria´ . Ese libro llevaba un subtítulo que era La parcelación de Las Palmas de Gran Canaria 1845-1945 sobre la incautación de los bienes del ex presidente de la República ¿Cree que saldrán los nombres de los que se quedaron con ese patrimonio?

En el libro hay nombres, pero ni están todos los que son, ni son todos los que están. El problema fue que no registraron la propiedad. Matías Vega fue el abogado de la familia y yo vi las propiedades que existían antes que el padre de Negrín las comprara, las que había cuando las compró y en manos de los que están ahora. Hay follones de notarios. Ahora el juzgado es el que tiene que decir. Pero la familia está dispersa, y reiniciar esto es un trabajo enorme porque está vendido y revendido. ¿Cuál va a ser la solución? ¿Coger 5.000 viviendas de Mesa y López y sacar a la gente a la calle? Eso resulta impensable. Luego hay trampas notariales. A Negrín le pertenecía 350.000 metros. Y todavía hay escrituras que dicen que son propiedad de Juan.

¿Las actuales reivindicaciones catalanas era incompatibles con su concepto del Estado?

Negrín decía que prefería entregar el Estado a Franco antes de que hubiera una división del mismo. Para Negrín la idea de España era clarísima e indivisible.

¿Cree que aún hoy la figura de Negrín sigue desvirtuada?

Desde que empezamos a distribuir la información se ha escrito mucho. El último libro lo publica Moradiellos en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de España, en la colección Clásicos del pensamiento político y constitucional español. El libro se titula Textos y discursos políticos. Juan Negrín, con lo que sus pensamientos, discursos y conferencias han quedado incorporados al pensamiento político español.