El puerto de Los Mármoles en Arrecife quedó ayer inoperativo por el fuerte oleaje al no poder atracar ninguna de las embarcaciones que tenían previsto arribar a la capital conejera. Las olas, que superaban la altura del dique, provocó la suspensión del atraque del barco de la naviera Armas que cubre la línea entre Lanzarote y Gran Canaria. Tras varias horas esperando en fondeo, el capitán del barco de Armas decidió regresar al puerto de La Luz.

El crucero Hamburg también tuvo que dar media vuelta, al igual que el buque de servicio especial Bencomo, que venía desde La Palma con material para el rodaje de la película En el corazón del mar, de Ron Howard, que ha elegido el Charco de los Clicos para algunas de las escenas de la versión de Moby Dick.

El Bencomo se trasladó hacia el muelle de Morro Jable, en Fuerteventura, estando previsto que regrese a Lanzarote por Corralejo una vez que mejoren las condiciones meteorológicas.

El oleaje también afectó a varias de las conexiones con la isla de La Graciosa, aunque los dos barcos que realizan esta ruta pudieron hacer algunos de los viajes programados. El viento también causó algunos daños en la octava isla como el hundimiento de un pequeño barco en el muelle de Caleta de Sebo. El colegio Ignacio Aldecoa de La Graciosa es el único de Lanzarote que seguirá cerrado en previsión de las fuertes rachas de viento que en algunos casos ha superado los 100 kilómetros por hora.

Por su parte, agentes de la Policía Local de Tías procedieron en la mañana de ayer al vallado y cierre de los accesos a la Playa Chica, en Puerto del Carmen, ante el intenso temporal. La bandera roja ondeó ayer en todas las playas de Lanzarote.

El Consorcio Insular de Emergencia de Lanzarote mantiene para hoy la prealerta por fuertes vientos y fenómenos costeros adversos. Sin embargo, a última hora de ayer se levantaba la alerta por fuertes lluvias en Lanzarote después de que se esperase precipitaciones de hasta 50 litros por metro cuadrado El gerente del Consorcio, Enrique Espinosa, asegura que las previsiones apuntan a que el viento podía ir remitiendo lo que podría levantar el cierre de las instalaciones deportivas de la isla.

El fuerte viento fue el causante también del desvío de dos vuelos hacia el aeropuerto de Fuerteventura. Un vuelo de la compañía Vueling de Bilbao decidió aterrizar en Fuerteventura, aunque horas después logró tomar tierra en Guacimeta. Por su parte, otro avión procedente de Bruselas decidió hacer noche en Fuerteventura.