Uno de los interrogantes en Canarias, esta semana que concluye, ha sido cómo en pleno siglo XXI pueden producirse hechos como la existencia de un menor de 15 años que no esté ni registrado ni escolarizado. Pero no hay que remontarse muy lejos para hallar otro suceso similar, en 2011 se conocía el caso de Maca, una joven con problemas de drogadicción.

Macarena Arteaga, Maca, era una madre que ocultó la presencia de dos de sus hijos durante nueve años a la Administración, ambos sin registrar ni escolarizar. Uno de ellos, una niña de nueve años, se la había llevado del Materno

Este antecedente se inicia en abril de 2002 cuando Macarena tenía 25 años de edad, y era calificada de toxicómana por la Dirección General del Menor. Esta ingresó en el Hospital Materno Insular, donde dio a luz una niña. Un bebé que fue trasladado a la Unidad de Neonatos porque su estado de salud era delicado.

En este caso concreto, la Dirección del Menor, por el historial de la madre, y porque ya le había retirado previamente tres hijos, decidió declarar al niño en desamparo y asumir su tutela, remitiendo una orden al respecto al centro hospitalario en abril de ese mismo año.

Macarena o Maca, como era conocida, sospechaba que podría retirársele la custodia de la recién nacida, y acordó con varios amigos suyos sustraer a la niña del centro médico. El Hospital, al comprobar la desaparición de la bebé, denunció los hechos a la policía, que investigó el caso. Detuvo a Macarena y la acusó de secuestro; sin embargo, jamás hallaron a la menor. Y por este delito cumplió pena de prisión.

Años más tarde, en septiembre de 2011, el Servicio de Atención a la Familia de la Policía Judicial de Las Palmas, al tener indicios del paradero de la niña, detenía a cuatro miembros de la familia de Macarena, que mantuvieron oculta a la niña durante nueve años. La sorpresa, durante este registro, fue el hallazgo de otro menor de 12 años, del que no se conocía su existencia, porque tampoco estaba registrado.

El resultado de este suceso fue la detención de cuatro personas, la madre y otros tres familiares más que habían ayudado a mantener ocultos a los niños. Incluso durante el encarcelamiento de Macarena por el secuestro de su hija. Asimismo, se conocía que ninguno de los dos niños había sido inscrito ni en la Seguridad Social, ni en el Registro Civil.