El militar y poeta grancanario Nicolás Estévanez Murphy (1838 - 1914) murió el verano que sucedió al estallido de la Gran Guerra, que este año cumple su primer centenario. Pero también nació tal día como ayer hace 176 años y, en honor a ambas fechas, la Comisión Pro Centenario quiso homenajear su memoria ayer con una corona de flores ante la fachada de su casa natal, junto a la ermita de San Antonio Abad, en el casco histórico de Vegueta. Declarado aliadófilo y republicano federal, Estévanez fue "de las primeras víctimas de la I Guerra Mundial": "Murió en París a causa de una pulmonía, justo cuando se presentaba voluntario a participar en la Gran Guerra a favor de Francia, que entonces era su país de residencia", apunta el historiador Nicolás Reyes.

Conocido antimonárquico, Estévanez fue mentor del anarquista Mateo Morral y algunas memorias revelan que el canario pudo transportar desde Francia a Barcelona, envuelta en una bandera francesa, la bomba con la que Mateo Morral atentó contra la vida de Alfonso XIII: "El problema consiste en que no hay demostración palpable de que eso sucediese, pero sí existen sospechas razonables de que haya pasado", explica Reyes, "pero aquel fue otro contexto histórico y, aunque no lo justifico, no podemos contaminar los hechos".

Impulsada desde la asociación cultural Desde la sombra del almendro, que preside Reyes, la Comisión Pro Centenario cuenta con la participación de distintas instituciones canarias como el Museo Canario, la Casa de Colón o el Ateneo de La Laguna y surge en el marco del centenario de la muerte de Estévanez: "Nuestro fin es celebrar a lo largo del año una serie de actos que giren en torno a la vida de Estévanez y que culminen el 19 de agosto, el día que murió", señala Reyes. Aunque no desvelan su agenda, el mes próximo recalarán en la isla de La Palma para difundir la figura del poeta y político.

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