No fue un orador brillante, pero sus discursos parlamentarios están cargados de solvencia, coherencia política y de racionalidad. Juan Negrín dejó innumerables intervenciones durante las tres legislaturas en que ocupó un escaño en las Cortes entre 1931 y 1939, muchas de ellas como ministro y las últimas ya como el Presidente del Gobierno al que le tocó rendir la Segunda República a las tropas franquistas levantadas en golpe de Estado en julio de 1936. Fueron nueve años de actividad política y parlamentaria que dan la medida del compromiso de una de la más controvertidas figuras políticas españolas del siglo XX y cuyo verdadero perfil y sentido histórico sólo ha podido revelarse muy recientemente. Toda esa labor parlamentaria del médico y político grancanario ha sido recopilada por el eurodiputado canario Juan Fernando López Aguilar en una obra editada por el Congreso de los Diputados en la colección Biografías de Parlamentarios y que ayer se presentó en la misma Cámara Baja con la participación de su presidente, Jesús Posada.

López Aguilar dice que Juan Negrín "da prueba de su talla en sus discursos", en los que deja su impronta de "científico, organizador pero también hombre de acción", y cuya oratoria "rehuye el florilegio, las afectación e incluso el efectismo", porque posee un "estilo directo y cartesiano". En una ingente labor de recopilación de intervenciones parlamentarias, López Aguilar presenta la figura de Negrín como la de un político "progresista, radicalmente demócrata, y ajeno a todo dogmatismo o sectarismo". "Europeísta anticipatorio, un avanzado a su tiempo y hombre de acción comprometido con su tiempo, se entregó plenamente a una causa derrotada, la pervivencia de la Segunda República española", explicaba ayer el ex ministro de Justicia ante las cerca de 50 personas que le acompañaron a la presentación del libro en la sala Constitución del Congreso.

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