Con los datos en la mano, ¿cuál es su balance de los 25 años de la Fundación?

El balance es muy positivo porque, a lo largo de los años, la Fundación se ha convertido en una de las más reconocidas en Canarias. Nos llaman mucho desde los Hospitales y solicitan a nuestras psicólogas o trabajadoras sociales para cualquier cosa que necesitan, como charlas o cursos, de modo que es un reconocimiento muy grande y, cada vez, mayor. Yo conocía la Fundación como colaborador y, ahora que la estoy conociendo como presidente, me siento muy contento y muy satisfecho con lo que estamos haciendo, máxime cuando se ha logrado hacer un memorándum de las distintas familias que hemos atendido y las recaudaciones que hemos tenido, que reflejan su evolución.

¿Cómo decidió embarcarse en este proyecto?

La culpable es Antonia María Hermoso, vicepresidenta de la Fundación. Recuerdo que, hace dos años, cuando me jubilé, una periodista me preguntó: ¿Y ahora usted qué va a hacer? Le contesté que estaba buscando una ONG para ayudar. Al poco tiempo, Antonia me invitó a tomar café y, al segundo, acepté la presidencia. Aceptar esta presidencia para mí ha sido una gran satisfacción, no solo por presidirla, sino porque me ha dado vida, salud y, sobre todo, alegría. Estuve prácticamente un año sin nada que hacer, pero ahora me obligo a venir aquí todos los días y eso me hace sentirme útil. La Fundación ha sido un salvavidas.

¿Cómo es el día a día en la Fundación?

En esta sede atendemos a todas las personas que vienen. Tenemos un despacho con una psicóloga que dialoga con las familias, les ayuda a desahogarse, les proporciona información, y eso les tranquiliza. Durante el día, vienen muchísimas personas aquí y lo más bonito es verles salir siempre con una sonrisa. Eso es lo más importante porque se sienten protegidos, orientados, amparados. Luego, también tenemos las casas-hogar, donde se hospedan personas que vienen de otras islas e, incluso, desde África. Esa es su casa, por supuesto, totalmente gratis.

¿Cuál es la labor principal que desempeña el centro?

Acompañar, mitigar un poco su dolor. Me produce mucho orgullo ver el resultado porque, cuando las cosas se hacen bien y con amor, las personas que están padeciendo o han padecido esta grave enfermedad, se sienten más amparadas.

¿La Fundación ha sufrido los recortes en ayuda institucional?

Nosotros recibimos mucho apoyo institucional por parte del Cabildo grancanario , el Gobierno canario y varios ayuntamientos, a los que estamos pidiendo su colaboración para que celebrar actos lúdicos. Eso sí, todo el dinero que entra es para la Fundación y, en este sentido, nuestras cuentas son muy transparentes. Ahora quizás estamos un poco cojos de dinero para financiar el trabajo que se hace para la Redmo (Red Española de Donaciones de Médula), que es fundamental y necesita financiación.

¿Cuál es el índice de personas con leucemia actualmente en Canarias?

Desgraciadamente, es un índice muy elevado. Sobre todo, en población infantil, porque hay muchos más niños y jóvenes enfermos de leucemia que adultos. En particular, en Canarias, no se sabe muy bien por qué, hay un índice muy alto que, en el caso de Gran Canaria, va por zonas, porque hay mucha más incidencia en el sur que en el norte. Por supuesto, se ha avanzado en cómo curar la leucemia, pero con niños pequeños y jóvenes, la leucemia va más rápido, así que toda ayuda es fundamental.