El próximo 30 de abril Enrique Pérez Herrero (Madrid, 1949) abandonará el despacho que se asoma a la Plaza de Santa en la que ha sido su segunda casa en las últimas tres décadas. Le llega a Pérez Herrero la hora de la jubilación dejando atrás una etapa de 25 años al frente de la dirección del Archivo Provincial de Las Palmas, y casi 36 desde que tras ganar unas oposiciones se trasladó a Gran Canaria para trabajar de ayudante de archivero en las dependencias que entonces albergaba la Casa de Colón.

El cargo del que ahora se despide le llegó en 1989, toda vez que a finales de 1988 se producía la jubilación del investigador Joaquín Blanco Montesdeoca, quien estuvo al frente de la institución durante 20 años desde agosto de 1968, y cuyo nombre está ligado al del Archivo Provincial de Las Palmas.

"El día 30 me jubilo, aunque bien es verdad que es una jubilación premeditada y anticipada de forma voluntaria por un par de razones importantes e interesantes. Primero porque ya la edad te quita un poco la ilusión después de 36 años aquí sentado, estoy un poco cansado, sobre todo de resolver problemas, de personas, del edificio, de los arquitectos, pleitos y mas pleitos, y todo eso te va quitando las ganas", explicaba el pasado viernes Enrique Pérez. "Lo mío es consultar documentos, y ahora cojo uno cada tres meses", se lamenta el todavía director del Archivo. La edad y el cansancio fruto de la impotencia de no resolver las cosas como quisiera, han sido determinante para tomar una decisión que la asume con el tono adecuado y sin melancolía alguna. "Cuando eres más joven lo aguantas bien, pero llegas a una edad que te planteas que o hago lo mío o me voy a mi casa, y yo tengo 64 años cumplidos, y por lo tanto es la hora".

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