Los agentes de la Policía Local de la capital tinerfeña no salían de su asombro cuando vieron el cartel. Una vecina, carnicera para más señas, amenazaba por escrito con "degollar al perro de los vecinos si volvían a hacer sus necesidades delante de su negocio", sito en el centro de la ciudad.

La denuncia partió de una sociedad protectora de animales que, alarmada ante la amenaza y llevada por el temor de que llegase a cumplir su propósito, requirió la presencia de una dotación de la Policía Local de Santa Cruz que en la tarde de ayer le obligó a retirar tal aberración.

Según las fuentes policiales consultadas por este diario, la autora de cartel manifestó ante los agentes actuantes que estaba harta de que los perros de los vecinos del inmueble donde se asienta su negocio, como los de los clientes que acuden a su establecimiento hagan sus necesidades delante del mismo. Al parecer, el hecho de que la tienda cuente con unos pivotes para evitar que los conductores estacionen delante ha favorecido la micción de los canes.

La autora al parecer había colocado el mencionado cartel hacía dos días. Esta relató a los agentes que estaba harta de echar agua en la zona y que, incluso, la Policía Local la sorprendió una vez baldeando la acera y le llamaron la atención.

Por su parte, los agentes actuantes le hicieron saber que de persistir con su actitud amenazadora podría incurrir en un supuesto delito de maltrato animal tal y como viene tipificado en el Código Penal, concretamente en el artículo 337 que recoge que "el que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales".