El continente africano es uno de los más ricos del planeta pero, a la vez, aún en los albores del siglo XXI, continúa siendo el más asolado por el hambre y por los problemas derivados del subdesarrollo. Esas condiciones le hacen al mismo tiempo el mayor receptor de la cooperación internacional.

El Grupo de Investigación en Acuicultura (GIA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) tiene casi tanta tradición en su actividad científica como en la de realizar proyectos de asesoría y colaboración transfronterizas para el cultivo de peces en casi todo el mundo, también en África.

Desde hace más de dos décadas su trabajo de apoyo a la formación, la creación de instalaciones y la transferencia tecnológica está acreditado en múltiples proyectos ejecutados en diferentes puntos de África, Asia y América. A esas acciones se sumarán ahora las que emprenderá con instituciones académicas y científicas de Corea del Sur para impulsar la creación de piscifactorías en el África occidental, en los países de la franja atlántica más próxima a Canarias.

El acuerdo firmado la pasada semana entre la ULPGC, el Instituto Marítimo Coreano (KMI, en sus siglas en inglés), y la Universidad de Pukyong, la institución de mayor nivel en las ciencias marinas y marítimas del país asiático, es la plataforma lanzadera de esta nueva actividad. 'Borderless Fish Farm' (Acuicultura sin Fronteras), que así se denomina esta plataforma, es pues ese punto de partida.

"Hemos firmado ese acuerdo. Ahora tenemos que ir estudiando qué tipo de proyectos podemos desarrollar, concretar las accio-nes", explica Daniel Montero, miembro del GIA y uno de los especialistas del equipo en materia de cooperación.

El 'Borderless Fish Farm' aúna la gran experiencia en cooperación de los coreanos, que junto a los japoneses copan desde Asia este tipo de actuaciones, con la tradición del GIA y su competitivo nivel internacional en la investigación y la academia en el área acuícola.

Aquatrans

Ese bagaje ofrece como patrón para las acciones en el África subsahariana el resultado del equipo de la ULPGC en el proyecto Aquatrans, que comenzó en 2011 y ha concluido recientemente. Una acción de colaboración transfronteriza para el desarrollo sostenible de la acuicultura financiada por la Unión Europea.

"Ese proyecto es un ejemplo sobre el que trabajar, la base de lo que se está haciendo, con programas de formación y el trabajo conjunto, en red. Por que la cooperación se plantea como una relación bilateral, no con el concepto antiguo del país emisor de la ayuda y el receptor de ésta", subraya Montero. Con Aquatrans se potenció el desarrollo socioeconómico entre Canarias y la región marroquí de Souss Massa Draá.

Países del África occidental como Cabo Verde, Ghana, Guinea, Mauritania, Nigeria, o Senegal, entre otros, pueden ser receptores de la proyección desde la nueva plataforma de cooperación entre Corea y la ULPGC.

"Hablamos de regiones, no de países", aclara Montero. "Un país puede estar avanzado desde el punto de vista tecnológico pero dentro de él puede haber regiones en las que no haya recuros y formación. Es el caso de países africanos. Si se visitan sus capitales hay medios pero hay zonas donde están necesitadas de cooperación transornteriza".

El Grupo de Investigación en Acuicultura nació a principios de la década de los años 90 del pasado siglo. Y desde los comienzos, el de la cooperación ha sido uno de sus pilares. "La investigación es el fuerte del grupo y lo fundamental es que ésta sea aplicable, que trascienda a la sociedad, no solo la canaria. Por eso creemos que la acuicultura no debe tener fonteras y sí ser una herramienta para aliviar la pobreza, como ocurre con cualquier otra ciencia. Por eso podemos a disposición de quien lo necesita conocimientos, formación y transferencia tecnológica", explica Daniel Montero.

La ayuda transfronteriza desde este grupo de investigación de la Universidad grancanaria se sustenta en ese concepto, en esa filosofía. Y se traduce en tres líneas esenciales: la educación con programas de formación específicos en acuicultura; la transferencia de tecnología y conocimiento; y la investigación, innovación y desarrollo de las distintas regiones creando una red de trabajo que se alimenta de la información entre los participantes.

Con diferentes actuaciones repartidas por el planeta, el GIA ha asesorado en la creación y construcción de centros de I+D en Argelia, en la costa atlántica de Marruecos y elaborado planes para la actividad científica en países como Chile o Marruecos. En Argelia también asesoró en el período 2007-2010 en planes estratégicos nacionales, y en Indonesia y Filipinas, orientó en el desarrollo de la acuicultural en varias actuaciones.

Otro de los ejemplos más palpables de la presencia del GIA en el ámbito de la cooperación internacional quedó en 2008 en Namibia. Durante dos años prestó su apoyo y conocimiento para el diseño, puesta a punto y construcción de una fábrica de piensos con la que alimentar a la especie tilapia, originaria del continente africano.