-'Los orígenes de una mente creyente y artística' es el título de la conferencia que impartió ayer en la Casa de Colón. ¿Ha hallado esos orígenes en el yacimiento grancanario de Risco Caído?

-Yo defiendo una visión muy natural del origen del arte y la religión, no van unidos a una mente simbólica que hiciera que aparecieran bruscamente, sino que tienen sus pasitos, han ido apareciendo y hay unos elementos que explican que tengamos arte y religión y esos elementos tienen mucho que ver con el hecho de que el cerebro humano es un cerebro altamente social. Lo que más caracteriza al cerebro humano no es su inteligencia, que también, sino que es un cerebro de intercambio social, aunque habitualmente no nos damos cuenta porque lo hacemos todo de forma tan automática, tan sencilla y tan fácil que nos parece que no destaca, pero tenemos muchas adaptaciones para las relaciones sociales y para provocar emociones en estas relaciones, y de ahí vienen el arte y la religión. Yo lo que hago con yacimientos como Risco Caído es observar cosas que explotan esos principios naturales que llevaron al ser humano a la religión y al arte.

-¿Cómo se interpreta esto en el yacimiento de Risco Caído?

Yo observo manifestaciones artísticas que explotan de una manera muy inteligente algunos de los principios de la percepción visual que están implicados en el arte, que provocan emociones, esto es lo importante, y permiten incluso una visión diferente más allá de la pura realidad. Es algo parecido a lo que siempre se ha llamado un símbolo, pero es otra forma de verlo, es como que provoca en ti emociones, sentimientos y pensamientos, a través de la explotación del sistema visual, perceptivo del cerebro humano. Y eso está en Risco Caído, en las representaciones de la pared. Pero es que además, se une el hecho de que sea una especie de observatorio astronómico, un centro ritual y por lo tanto un centro relevante para el grupo, donde se hacían ciertas ceremonias, unido a los efectos perceptivos de visión, de iluminación... que se producen dentro, es un lugar donde se fomentaría de forma importante las emociones propias del ser humano que tienen que ver con el rito social, las relaciones sociales, la jerarquía... Son emociones intensas.

-¿Qué emociones se evocan en el yacimiento de Artenara?

Las emociones que licita Risco Caído son la certidumbre, la seguridad, la confianza, que los astros, el cielo está con nosotros porque todos los años cumple con nuestra relación, con que este día toca que la luz caiga en este agujero, eso es muy relajante y la confianza es una emoción positiva muy buena. Las emociones que yo, particularmente sentí son sorpresa, alegría, gozo... me sentí impresionado. Yo digo que la isla de Gran Canaria es una especie de experimento de comportamiento humano. Aquí afloraron solos los instintos humanos que tienen que ver con la religión y con el arte y siguieron su camino, se desarrollaron por sí solos estos elementos básicos y la forma de manifestarse son el arte de Gran Canaria, la cueva de Risco Caído, y muchas otras. En este escenario de comportamiento humano lo que vamos a admirar aparte del arte y la religión es que fue muy exitoso como funcionamiento social, de un grupo, los aborígenes canarios, que encontraron formas de provocarse emociones sociales intensas, que son adictivas, a través del arte y la religión. Y aquí en Risco Caído vemos un desarrollo particular de esa cultura de provocarse estas emociones intensas que busca el ser humano. Los trucos lumínicos en grupo acompañados de la experiencia religiosa generan situaciones de cambio de la conciencia incluso. Risco Caído es la forma particular que tuvieron aquí de desarrollar esas necesidades o tendencias humanas, instintivas.

-¿Por qué son adictivas?

Las drogas normalmente son adictivas porque activan ciertas áreas del cerebro, y eso la activan también las emociones sociales, y este tipo de cosas, a nivel general y del ser humano, explican lo exitosas que son las religiones, en todas las culturas las hay, y aquí vemos una manifestación concreta de como el grupo se las ingenió para provocar esas emociones intensas.

-¿Los grabados de Risco Caído son puramente religiosos?

Sí, de hecho no creo que separaran en aquella época el arte de la religión. Ahora mismo solo vemos la manifestación artística pero suponemos que lo religioso estaba ahí. Aunque tengan origen independiente, la religión y el arte se han potenciado mutuamente a la hora de provocar estas emociones. Risco Caído es un ejemplo de cómo se las han ingeniado los aborígenes canarios para buscarse una forma de provocarse esas emociones combinando la religión y el arte en un solo momento. Risco Caído es el mejor ejemplo del lenguaje religioso y artístico propio de la Isla de Gran Canaria. Es el idioma de la Isla.

-¿Ese lenguaje de signos que se observa en el yacimiento está contando un relato a través de las imágenes?

Sí, aunque no lo conozcamos en profundidad, se necesita investigar más. Pero a día de hoy, con lo que se ha hecho, que es bastante trabajo, hay elementos para creer que hay un mensaje concreto. Este lenguaje aún no lo hemos descifrado del todo, hay indicios o evidencias que nos hacen pensar que sea de determinada manera, pero todavía falta hacer una lectura completa, de codificación del código de lo que ahí está escrito. Pero sí parece que hay un mensaje intencional y directo, está jugando con la pared, la luz y los gravados de los triángulos, de una manera espectacular. Ya se conoce bastante, pero de momento son todo suposiciones que habrá que contrastar.

-¿Podría haber un lenguaje aborigen universal?

No. La mente funciona con un lenguaje universal, pero a la hora de traducirlo a palabras ese pensamiento cuando lo quieres comunicar ya toma manifestaciones propias de cada cultura. Aquí en Risco Caído igual, hay una necesidad intrínseca de provocar emociones intensas, donde se meta al grupo, el arte y la relación con los astros y el misterio, que también es importante, y eso es una forma de encontrar esas respuestas a esas emociones.

-¿Qué características cree que reúne Risco Caído para ser Patrimonio Mundial de la Unesco?

La particularidad de este yacimiento es que sus manifestaciones han surgido espontáneamente como resultado del comportamiento del grupo social que vivía aquí, y es como cuando se quiere recuperar un lenguaje que se ha perdido, esto es un lenguaje que se ha perdido. Risco Caído es el idioma petrificado de Gran Canaria, nos está diciendo cuál era la lengua de comunicación del pueblo grancanario. En este sentido es el máximo representante de varias cosas, de su lenguaje, de su pensamiento, de su visión del cosmos también y evidentemente de su forma de provocarse emociones.

-¿En qué se puede diferenciar de otros yacimientos?

Tiene características comunes a otros yacimientos pero también específicas porque su combinación de símbolos es una forma particular que no vamos a ver en otro sitio en el mundo. Lo concreto de este yacimiento son estos símbolos sexuales que son las vulvas o triángulos púbicos que se representan en la pared junto con la luz fecundadora que las atraviesa y además esto se produce de forma predecible y ligada a ciertas épocas del año. En la medida en que la cultura de Gran Canaria es única, este yacimiento es un botón de muestra de esa cultura, el mejor hasta ahora, y eso es lo que lo hace único. Además, ese lenguaje nos está manifestando lo compleja que era la mente de estos aborígenes, lo complejas que eran sus relaciones, su observación del universo.