Los bebés que se encuentran ingresados en la Unidad de Neonatos del Hospital Materno - Infantil soportan desde hace tres semanas temperaturas elevadas al no funcionar correctamente el aire acondicionado. Esta situación provoca que el termómetro se dispare, llegando a superar los 35 grados, según denuncian los padres y trabajadores del Servicio Canario de Salud (SCS), quienes también sufren las consecuencias.

En esta unidad permanecen los recién nacidos que están enfermos o requieren un cuidado especial debido a que son prematuros, tienen bajo peso, sufren malformaciones o infecciones. En total, actualmente se encuentran ingresados cerca de medio centenar de bebés, algunos de ellos de apenas un kilogramo de peso y de un tamaño tan diminuto que caben en las palmas de las manos.

La Consejería de Sanidad asegura que antes de que finalice esta semana el sistema de aire acondicionado volverá a funcionar, ya que se trata de una reforma puntual que se lleva a cabo en la época estival coincidiendo con una bajada asistencial.

Por su parte, los trabajadores del SCS denuncian que todos los veranos suele haber problemas con el aire acondicionado, pero que nunca se había llegado al extremo de tener durante semanas a bebés tan pequeños en unas condiciones tan poco saludables.

Además, al no haber aire acondicionado, la única solución es abrir puertas y ventanas, así como poner ventiladores. Una solución que convierte a la unidad en un "foco de infección", según los afectados, ya que ésta debe permanecer aislada.

Neonatos no es la única unidad que sufre las altas temperaturas desde el pasado mes de agosto, aunque posiblemente es donde más se nota debido a la cantidad de aparatos que se encuentran continuamente en funcionamiento, como es el caso de las incubadoras. También se ven afectados otros servicios de Pediatría, como Lactantes y Cirugía, que están situados en la parte antigua del edificio, así como Tocología. El calor dentro de la Unidad de Neonatos es tal que varios trabajadores han sufrido lipotimias y hay padres que temen tomar a sus hijos en brazos ante el miedo de que ello conlleve aumentarles la temperatura corporal, elevada ya de por sí al no existir una correcta ventilación. Las enfermeras aseguran que la media de la temperatura corporal de los pequeños se sitúa en los 37 grados, cuando lo habitual es que tengan al menos un par de grados menos.

El calor de estos últimos días no ha hecho sino empeorar la situación, especialmente por las tardes. Los padres de los pequeños suelen pasar prácticamente todo el día junto a ellos, por lo que conocen de primera mano lo que sucede dentro de la unidad.

"Los bebés que están dentro de las incubadoras están bien, pero a los que duermen en cunas se les ve sofocados", denuncia Gabriel Girón, padre de Alejandro, que nació el 19 de agosto, un mes antes de lo previsto. Desde que Alejandro llegó al mundo ha tenido que soportar temperaturas nada agradables. "El viernes pasado por la noche estaba dormido y las pulsaciones llegaron a 170, cuando deben estar sobre las 130. Todo es producto del calor", asegura Gabriel.

No es el único padre que sufre las consecuencias, las mujeres que acaban de ser madres apenas pueden estar con sus bebés cinco minutos, sobre todo si el nacimiento ha sido por cesárea porque no soportan el calor que hace dentro del servicio.

Los padres han redactado varias denuncias dirigidas tanto a los responsables de la gerencia del hospital público grancanario, como a la propia Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias sin que todavía hayan recibido respuesta. Los progenitores quieren dejar claro que el problema es exclusivo del aire acondicionado y que no tienen ninguna queja con respecto a los trabajadores del SCS.

"Los médicos, los enfermeros y los auxiliares nos tratan estupendamente. Ellos sufren esta situación como nosotros. Cuando cojo a mi hijo en brazos me caen las gotas de sudor por la frente. Es algo insoportable", comenta un padre de gemelos que nacieron con sólo siete meses.