El calor que impera desde hace tres semanas en la Unidad de Neonatos provoca que los bebés que están ingresados tengan una temperatura superior a la normal, aumenten su ritmo cardíaco y tengan dificultades para comer y para descansar. Así lo denunció ayer el Sindicato de Enfermería Satse que sostiene que no es la primera vez que hay un problema con el sistema de aire acondicionado en el Hospital Materno Infantil, aunque nunca había sido tan grave.

El personal sanitario recuerda que en Neonatos la temperatura debe estar entre los 24 y los 26 grados, pero estos últimos días ha superado los 35. En esta unidad están ingresados actualmente unos 50 bebés, la mayoría prematuros o de bajo peso que necesitan una vigilancia continua. "Los bebés que están hospitalizados no pueden estar en estas condiciones. La gerencia debe buscar una solución definitiva a este problema. Esta no es forma de trabajar ni de tratar a nuestros niños", asegura Mónica Cabrera, delegada de Satse.

La Consejería de Sanidad insiste en que se trata de una reforma del sistema de climatización del hospital que tiene "más de 30 años de antigüedad" y que "si todo sale correctamente, el viernes estaría funcionando". Tras la protestas de padres y trabajadores recogidas por este periódico, Sanidad adelantó que Neonatos tendría aire de manera inmediata, pero ayer martes seguía imperando el calor en la unidad.

Los niños que se llevan la peor parte son los que están en las cunas, ya que las incubadoras mantienen la temperatura adecuada. En algunos casos, aún sin tomarlos en brazos, la temperatura de los bebés llega a ser febril, es decir, sobrepasa los 37 grados.

El Sindicato de Enfermería denuncia que varios trabajadores han sufrido lipotimias y que éstos tienen que estar con abanicos y ventiladores para poder soportar las altas temperaturas. Por ello Satse ha pedido un informe a la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales en el que se evalúe las condiciones en las que está trabajando el personal del Servicio Canario de la Salud (SCS).