Un equipo formado por 70 investigadores de Alemania, España, Francia, Suecia, Reino Unido, Países Bajos y Estados Unidos, ensayan en aguas de Gran Canaria, con la colaboración de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan) y la ULPGC, los efectos del cambio climático dentro de cien años en los océanos, si continúan absorbiendo CO2 al ritmo actual.

"Han instalado en el medio marino una especie de cápsula del tiempo para medir como responden los ecosistemas, los organismos en el medio marino a la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera que vamos a tener en los próximos cien años", indicó ayer José Joaquín Hernández Brito, gerente de Plocan.

El proyecto denominado Kosmos, es uno de los retos mundiales más importantes en torno al estudio de la acidificación del océano a consecuencia de la absorción de CO2, en el que intervienen doce organismos científicos de siete países.

El estudio que se lleva a cabo en Gran Canaria bajo el amparo de Plocan, consiste en la instalación en aguas de la Bahía de Gando, de lo que ellos denominan mesocosmos, que son una especie de cápsula cerrada de forma hermética de tres metros de diámetro y unos diez metros de longitud, que contiene aproximadamente unos 60 metros cúbicos de agua. Se trata de laboratorios flotantes con capacidad para albergar 50.000 litros de agua en los que se simula el comportamiento a largo plazo de los ecosistemas.

En total se han colocado nueve mesocosmos, con la misma concentración inicial de agua, y en cada una de estas cápsulas, que simulan un pequeño ecosistema con plancton y larvas de peces, se inyectan concentraciones crecientes de dióxido de carbono análogas a las que vamos a tener dentro de 20, 30, 40... hasta cien años, de tal forma que durante un mes, aproximadamente, se estudiará como se comportan los organismos que están dentro de cada mesocosmo frente a esas concentraciones de CO2 que incrementan la acidez del medio marino, según explicó Hernández Brito.

Los investigadores están trabajando desde el pasado mes de septiembre en Gran Canaria y durante tres meses, hasta noviembre, recogen muestras y miden 50 parámetros diferentes, biológicos, químicos y físicos. En los laboratorios de Plocan se procesan las muestras y preparan para realizar experimentos más a fondo en sus institutos de origen.

Durante el día de ayer, el equipo científico llevó a cabo un experimento añadido, que consiste en añadir a algunos de los mesocosmos agua procedente de las profundidades, ricas en nutrientes y tomadas a seis millas de la costa, a 600 metros de profundidad. El objetivo de este experimento, pionero en el mundo, es reproducir un fenómeno frecuente en Canarias, que es el afloramiento, o surgencia de aguas profundas ricas en nutrientes, que enriquecen los ecosistemas.

"Han añadido a los mesocosmos agua profunda simulando unas condiciones de enriquecimiento del agua superficial, para ver como se comporta el medio en esas condiciones de afloramiento, que son muy usuales aquí en el banco canario-sahariano".

El gerente de Plocan apuntó que dichos resultados podrán validar o rechazar las actuales teorías científicas que apuntan a la desaparición de los organismos calcáreos (con caparazones) como es el caso de corales, crustáceos, moluscos..., a consecuencia de la acidificación de las aguas por la absorción de CO2. "La desaparición de estas especies supondría la pérdida de un eslabón completo de la cadena trófica, y por tanto se rompería dicha cadena de la que depende el sector pesquero que alimenta a miles de personas. Con este experimento real, se pretende probar dicha teoría", señaló Hernández Brito.

El proyecto con los mesocosmos, tecnología desarrollada en la ciudad alemana de Kiel, es una actividad que realiza conjuntamente la red de investigación alemana Bioacid (Impactos Biológicos de la Acidificación Oceánica) y Sopran (Procesos Oceánicos Superficiales en el Antropoceno); y está coordinado por Ulf Riebesell, profesor de Oceanografía Biológica del centro Geomar Helmholtz de Investigación Marina en Kiel.

Anteriormente, los investigadores llevaron a cabo este tipo de experimentos en áreas costeras muy productivas y ricas en nutrientes, como son los fiordos de Europa del Norte y el Ártico. "Pero más de dos tercios del océano global se caracterizan por sus bajos niveles de nutrientes y por tanto, su baja productividad. Para que las predicciones sobre el océano del futuro sean fiables, necesitamos saber más acerca de cómo estos ecosistemas oligotróficos responden a los cambios oceánicos", indicó Riebesell, motivo por el que llevan a cabo estos ensayos en Gran Canaria.

El proyecto en realidad comenzó el pasado mes de enero, cuando el buque oceanográfico alemán Poseidon transportó más de 24 toneladas en equipos a Gran Canaria. El 2 de febrero, los nueve mesocosmos fueron instalados y desplegados en la bahía de Melenara, en las proximidades del puerto de Taliarte pero, a causa del temporal, se vieron obligados a recogerlos y aplazar el experimento al mes de septiembre. Esta vez se eligió las aguas de la bahía de Gando para el despliegue de los laboratorios flotantes , llevado a cabo con la colaboración del buque oceanográfico Hespérides.

Los trabajos finalizarán el próximo mes de noviembre, y se prevé difundir los resultados en enero de 2015, aunque es posible que en el mes de diciembre ya se den a conocer datos preliminares, según apuntó el gerente de Ploncan.

La campaña que se desarrolla en Gran Canaria, es la quinta que se ha llevado a cabo con la plataforma de mesocosmos de Kiel; y va a complementar los datos que existen sobre los impactos de la acidificación en la zona pelágica del océano recogidos a lo largo de los últimos cinco años.

Una vez terminado formará parte del conjunto de datos más completo sobre las respuestas de los ecosistemas a las condiciones futuras del océano, y abrirá las puertas a nuevas percepciones y un mayor conocimiento sobre las consecuencias del cambio global para los ecosistemas marinos y los servicios que éstos proporcionan a la sociedad.