Primero se sintió abochornado por verse metido en un paripé de costuras esperpénticas. Luego optó por la retranca gallega y ahora se lo toma a risa. Fernando Suárez, alcalde del Bloque Nacionalista Galego de Ribadeo, una pequeña localidad de la provincia de Lugo, se sincera sobre el episodio del pasado mes de agosto, cuando el pequeño Nicolás estuvo en un restaurante de la localidad gallega con séquito policial incluido para reunirse con el empresario Jorge Cosmen. El señuelo: una falsa asistencia de alguien de la Casa Real. ¿El objetivo? Se ignora.

A Fernando Suárez todavía se le escapa la risa cuando recuerda su encuentro con Francisco Nicolás Gómez-Iglesias, el pícaro veinteañero acusado de estafa, suplantación y falsedad en documento público tras hacerse pasar supuestamente por agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

"Primero me lo tomé con bochorno, me sentí un poco ridículo por haber ido al restaurante para testar quién venía de la Familia Real y saludarlo de forma testimonial. Ahora que se sabe que es un impostor se puede decir que fui el menos de los pringados", recuerda Fernando Suárez.

El montaje fue de película.

La puesta en escena estaba preparada para impresionar al empresario y dejarlo con la boca abierta. Ir escoltado por la Policía Local le daba una apariencia más oficial, y encima incluso el alcalde se presenta allí. Para rematar, hace un aparte y nos dice que tiene una llamada importante, ¡la vicepresidenta!

¿Y lo era?

Eso no puedo saberlo, pero el tío es un crack, es como esos hackers a los que contratan las empresas de seguridad para protegerse de otros hackers. Sería un excelente relaciones públicas.

¿Y cómo se fragua su presencia en el restaurante?

Dos días antes de la visita el jefe de la Policía Local me dice, oye, que me llaman de la Casa Real y de Jefatura de Gobierno, me dicen que va a venir una alta personalidad de la Corona a Ribadeo en una visita privada y que si lo podemos escoltar desde la autovía hasta el restaurante San Miguel, ¿qué hacemos? Yo qué sé, dije, bueno, venga, dadle cobertura policial, después de todo, aunque estoy alejado de la monarquía, no deja de ser importante que venga alguien por aquí. Le pregunté: ¿y quién es? No me lo pueden decir, me contestó, es alguien muy importante pero no pueden decir nada. El día de la "visita" le dije al jefe de Policía que volviera a llamar, que le dijeran quién es y si puedo ir a saludar. Lo pregunta. Que no pueden decir quién es, pero que sí, que puedo ir a saludar.

Y va.

Y voy. Llego a la una y media sin saber si me voy a encontrar con Letizia, con el Rey actual, con el Rey anterior... Entro en el local y lo veo tomado por guardias de seguridad.

¿Tomado, tomado?

En la entrada, en el vestíbulo... En cada esquina un tipo serio con el pinganillo. Me recibe el supuesto jefe y le pregunto a quién voy a ver. A Francisco Nicolás, me dice. Ya, ya, ¿y quién es?, pregunto. Es el enlace entre la Casa Real y el Gobierno, me responde. Pues vale. Me parecía todo un poco extraño pero, bueno, ya que estaba ahí, me acerqué a una mesa flanqueada por mesas vacías donde ya estaba el empresario con el pequeño Nicolás; se levantó muy cortés, me preguntó qué tal, cuántos habitantes tiene Ribadeo... En fin, no hablamos casi nada porque entonces se produjo esa supuesta llamada de la vicepresidenta.

¿Habló con el empresario?

Sí, me dijo que iba a venir Su Majestad pero que al final no pudo. Francisco volvió y me preguntó si quería quedarme a comer, pero le dije que no, que sólo había ido a darle la bienvenida. Y él me prometió que volvería algún día y que traería a Su Majestad. No me especificó si se refería al anterior, que estuvo en 1981, o al actual. Cuando quieras, le dije. Nos despedimos y me fui. A la salida había un auténtico photocall, quién era, quién era, me preguntaban. Luego consulté en el móvil y ya vi que era un tío vinculado a la Fundación de Aznar, a Nuevas Generaciones...

¿Pagó él la comida?

En el restaurante me dijeron que se había pagado, pero no me especificaron si lo hizo él.

¿Se crece el pequeño Nicolás cara a cara?

Hay fotos en las que se le ve demasiado joven, más de lo que es. Pero cuando lo vi me dije: estos del Partido Popular empiezan temprano con la gente de libre designación. Era muy educado, con modelos casi versallescos, tiene un poco de pijo de la corte que a veces llega a ser ridículo. No usaba traje, sólo un pantalón de tela y una camisa azul muy bien planchada. Un friki impoluto.

Y sus vecinos...

Se lo tomaron con retranca, me preguntaban el mismo día quién venía, si el Rey, si Froilán... Al final todo esto no deja de ser positivo, no hay mal que por bien no venga, hemos estado en boca de todos y gracias a la televisión se ha visto que Ribadeo es un lugar estupendo, tampoco es tan grave que de los miles de visitantes que tenemos se cuele un crápula.

¿Nicolás actuaba solo?

Es imposible que una persona tan joven pueda actuar solo. No puedo decir si hay un complot o un contubernio, pero me cuesta mucho creer que esos vehículos con los que vino, con lunas tintadas, fueran alquilados, como me cuesta creer que aquellos ocho tipos duros y serios que le acompañaron pudieran ser amigos, colegas. No, yo creo que eran profesionales de una empresa privada o quizá de función pública. En fin, que me cuesta creer que ese despliegue lo pueda hacer una persona tan joven por su cuenta y riesgo por muy loco que esté o por mucho que quiera servir a España. Y me produce bastante hilaridad que el Partido Popular diga ahora que Nicolás no pertenecía al partido, cuando él en todos los perfiles ponía que era de Nuevas Generaciones. En fin, con la que está cayendo por lo de las tarjetas de crédito, la crisis, el ébola, todo esto lo veo con cierto humor y sorprendido de lo que está durando como noticia.