Lo dice el director Jaume Balagueró en uno de los muchos documentos sobre la película [REC] 4: Apocalipsis que circulan por Internet: "La saga [REC] es un carrusel del miedo, una montaña rusa, un parque de atracciones. Esta cuarta película es más acualandia, porque es un gran parque de atracciones acuático, agua va a haber mucha. En esta película hay mucho rojo y mucho azul". Volver a contar con Manuela Velasco en el reparto, protagonista de las dos primeras entregas, y revivir la sensación de claustrofobia y aislamiento, esta vez rodando casi todo el filme en un barco, han sido claves para mantener la impronta de una de las sagas más rentables del cine español.

La primera entrega nació en 2007. [REC] (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007) costó un millón de euros. Las tres primeras películas de la serie han recaudado cincuenta millones de euros. Son, además, de la anterior, [REC] 2 (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2009) y [REC] 3: Génesis (Paco Plaza, 2012). [REC] 4: Apocalipsis se estrena en salas comerciales de España el próximo viernes, 31 de octubre. Costó algo menos de cuatro millones de euros. Manuela Velasco, Paco Manzanedo, Héctor Colomé, Ismael Fritschi, Críspulo Cabezas, Paco Obregón, Mariano Venancio y María Alfonsa Rosso encabezan el reparto.

Antes de su estreno [REC] 4: Apocalipsis participó en el festival de cine de Toronto -que hoy pasa por ser el más relevante del mundo- y en el festival de Sitges, donde inauguró el certamen. "No quiero verme haciendo películas de zombis el resto de mi vida", confesó Balagueró a periodistas en el estreno mundial en Toronto para subrayar que [REC ] 4: Apocalipsis, rodada mayoritariamente en Las Palmas de Gran Canaria, será la última de la saga.

Un barco muerto en vida

El escenario principal del filme es un pesquero ruso real de cien metros de eslora y más de cuatro mil toneladas de peso con capacidad para obtener cien toneladas diarias de pescado y procesarlas en alta mar. Estaba anclado en el muelle de La Esfinge del puerto de La Luz de la capital grancanaria. En esta mole, que no podía trabajar hasta que se resolvieran unos litigios legales -en la práctica era un auténtico muerto viviente- la productora y distribuidora catalana Filmax rodó durante cuatro de las siete semanas que tuvo de filmación su filme de zombis. Además, la película contó con ocho meses de posproducción. Las tres semanas restantes se rodaron en decorados en el Parque Audiovisual de Cataluña, en Tarrasa (Barcelona). Los decorados recreaban el barco con espacios más adecuados a un rodaje. Como también ha recordado la protagonista Manuela Velasco, que interpreta a Ángela Vidal, la reportera de las dos primeras películas de [REC], "el barco anclado en La Esfinge ha sido una pesadilla, casi es el personaje más terrorífico de la saga. Fotogénicamente es espectacular. Todo es de verdad, las cosas punzantes, los espacios claustrofóbicos, el óxido. Hacía mucho calor, un olor muy desagradable. Y la atmósfera estaba muy viciada con tanta gente dentro."

La actriz madrileña, sobrina de Concha Velasco, conocida por sus papeles en las series de televisión Aída y Velvet, ha hablado en estos términos de la evolución de su personaje: "Ángela al principio es joven, inocente y ambiciosa, pero a medida que las cosas suceden empieza a rebelarse, desaparece la niña frívola y aparece la superviviente. En [REC] 4: Apocalipsis es, además, una superviviente cabreada, porque ha conseguido sobrevivir al infierno del edificio de Rambla de Cataluña y ahora, sin una explicación, la llevan a un infierno mucho peor. Ahora odia a los poderosos incluso más que a los infectados." Balagueró ha destacado el trabajo de Manuela Velasco en esta última entrega, que realizó sin apenas apoyo de dobles de acción.

[REC] 4: Apocalipsis movió en Las Palmas a un equipo de unas ochenta personas, a los que hay que sumar a los treinta especialistas que intervenían cuando la ocasión lo requería. Teresa Gefaell fue la directora general de producción de la película. 'Line producer' es su cargo, que identifica a quien supervisa toda la producción, un cargo entre los productores ejecutivos y el director de producción. "Filmax trajo al puerto tres contenedores de carga con parte del material eléctrico, vestuario y cámara. Además, alquilamos en la ciudad módulos de obra y baños para montar el campamento en el muelle de La Esfinge. La película costó entre 3,5 y 4 millones de euros. En la ciudad dejamos entre 800.000 y un millón de euros."

No era la primera vez que Gefaell rodaba en las Islas. En 1994 filmó en Fuerteventura Los baúles del retorno (María Miró, 1995), donde fue directora de producción. "Es una de las películas de mi vida, una aventura de la que volví, como todo el equipo, cambiada. Entre rodaje y preparación viví cinco meses en los campos de refugiados saharauis de Tinduf, en Argelia. Recuerdo verme en Navidad en Barcelona después del rodaje y estar desubicada, no entender qué estaba haciendo allí. La película me volvió medio saharaui. Y fue la que abrió el camino a muchas iniciativas de solidaridad realizadas después desde el cine en España."

Que [REC ] 4: Apocalipsis se haya rodado en Gran Canaria tiene mucho que ver con el productor que mejor uso ha sabido dar a las ventajas fiscales de rodar en las Islas, el canario Adrián Guerra, que actualmente se encuentra en Colombia rodando las escenas de naturaleza exuberante y cacaotales de su película Palmeras en la nieve. Con su consultora y asesora financiera Océano Media, Guerra actuó para hacer realidad tanto este filme como Escobar: Paraíso perdido (Andrea Di Stefano, 2014), con Benicio del Toro como intérprete del narco.

En [REC] 4: Apocalipsis la idea inicial era rodar en Gran Canaria las siete semanas previstas, pero, como apunta Teresa Gefaell, "nos encontramos con algunos inconvenientes que nos obligaron a rebajarlo a cuatro semanas aquí y tres en los estudios de Tarrasa. Después hubo una tercera localización, porque necesitábamos un mar bravío para el final de la película. Y lo encontramos en una piscina del Centro de Salvamento Marítimo en Gijón, un tanque con olas brutales que nos permitía simular una gran tempestad. Ahí terminamos en octubre de 2013 el rodaje de la película."

No solo incentivos fiscales

La causas de no rodar los decorados en Gran Canaria fueron económicas. "Nos encontramos con algunas cosas muy positivas y otras que lo eran menos. Los incentivos fiscales son una buena opción en estos tiempos en que se reinventa la forma de financiar las películas. Pero además hay que estudiar si esta posibilidad se compensa con los costes del rodaje en el lugar y los de desplazar al equipo." En la parte menos positiva, Gefaell destaca el alto coste de los materiales que ofrecían algunos proveedores. Algo en lo que coincide con otro director de producción, Toni Novella, que organizó en Gran Canaria el rodaje de Palmeras en la nieve entre julio y septiembre pasado.

Gefaell estuvo desde febrero de 2013 en la Isla preparando el rodaje. "Lo que le ofrecían algunos proveedores eran precios más de publicidad de tiempos antes de la crisis que de cine. Hoy en día todas las partes hacemos esfuerzos para apretarnos. Algunos precios, por ejemplo en apartados como materiales de iluminación y cámara o la construcción de decorados, fueron la causa para que no hiciéramos ahí las tres últimas semanas. También nos esforzamos por contar con el mayor numero de equipo local, aunque tuvimos que traernos a todos los jefes de equipo. Inicialmente la intención era traernos solo a quince personas. Aún así logramos una proporción de 60%-40% en la relación entre técnicos de fuera y canarios. Además, cuando rodamos en Barcelona nos llevamos a algunos que se habían convertido en imprescindibles. Llevamos gente de Las Palmas de equipos como dirección, maquillaje, peluquería y vestuario. Ahora mismo tengo la satisfacción de poder decir que el mismo equipo de vestuario de [REC ] 4: Apocalipsis trabajará en la película que empezaremos a rodar en dos semanas, Incidencias, de José Corbacho y Juan Cruz, y eso incluye traernos de Gran Canaria a Barcelona a Natalia López? Quesada, una de las ayudantes de vestuario que tuvimos ahí."

La producción salió muy satisfecha del rodaje en la isla. "Rodar en Canarias no es lo mismo que hacerlo en Barcelona o en Madrid. En ningún lugar es igual. En parte nuestro trabajo es adaptarnos a las peculiaridades de cada sitio. En el caso de Canarias, los técnicos tienen un gran entusiasmo por el trabajo, pero no están tan especializados, son muy versátiles, saben hacer muchos trabajos distintos, seguramente por supervivencia, porque tienen que adaptarse a unas ofertas de trabajo más limitadas que en las grandes capitales. La especialización, que es lo que te convierte en jefe de equipo, la da trabajar en muchos rodajes."

El equipo base con especialistas era de ochenta personas. Cuando se necesitaban extras de equipo, como refuerzos de especialistas, eléctricos y maquillaje de efectos, superaban los cien. "Los figurantes, menos los especialistas, eran todos canarios cachas, pues se suponía que eran parte de la tripulación del barco. Hubo unas cien sesiones de figuración, aunque no siempre con extras distintos, repetíamos a veces con los mismos. Las sesiones de maquillaje de noche en el muelle eran muy divertidas." El infectado, como ha explicado Balagueró, es "un monstruo sin conciencia y destructivo, una epidemia que nos pone en peligro a todos". Los zombis están hoy otra vez de moda, incluso con réplicas inocentes en dibujos animados. El temor a una infección sin vuelta atrás se ha generalizado en los últimos tiempos. Cada entrega de la saga [REC] ofrece cambios en los infectados, en forma de perforaciones, agujeros y heridas. En [REC ] 4: Apocalipsis la novedad son las protuberancias. Como ha explicado Balagueró, para distinguir a los zombis según lleven unas pocas horas, varias horas o muchas horas infectados se inventaron una nomenclatura. Respectivamente, el infectado Gaudí, el Goya y el Óscar, que es el que da más miedo.

La primera opción para la película no era un barco, sino una plataforma petrolífera. Imposible por las medidas de seguridad. Balagueró pensó en un barco militar o científico. Se organizó un casting de naves. El requisito principal era que diese mucho miedo. "El rodaje nos permitió conocer a fondo el Puerto de La Luz, un mundo fascinante. La Autoridad Portuaria se portó de maravilla, nos ayudaron muchísimo. Nos coordinamos muy bien. El barco (se llama Zaratustra en la película) fue de las cosas más difíciles de conseguir. Vimos muchísimos, de todos los tipos, pero necesitábamos uno que, además de reunir las condiciones para que funcionara como decorado, supiéramos que iba a estar parado dos meses. Una vez conseguido, obtener después todos los permisos tampoco fue una gestión fácil", recuerda Gefaell.

Explosión submarina

Antonia Bordón, con veinte años de trabajo en el puerto de La Luz, es Ingeniera de Obras de la Autoridad Portuaria. Fue la empleada del puerto más cercana al rodaje. "Esa parte del muelle de la Esfinge no estaba entonces muy operativa. En una zona muy retirada se hallaba casualmente el barco. Yo dirigía unas obras de demolición de un cajón que se había hundido en una zona cercana. Primero usábamos una grúa, pero en un momento determinado también necesitamos hacer una explosión submarina controlada. Coordiné los trabajos de esa obra para que afectaran lo mínimo al rodaje, especialmente por los ruidos. Lo más crítico fue esa voladura, pero lo organizamos de forma muy eficiente, de tal forma que fue necesario parar y vaciar el barco de gente solo una hora, justo en el momento de la explosión. Recuerdo que me llamaba la atención el gran movimiento de personas saliendo y entrando del barco cuando paraban la filmación. También las casetas que montaron alrededor. Era la imagen que tienes de un gran rodaje de cine." El pesquero ruso, recuerda Bordón, estuvo unos meses más en el puerto. Resolvió el problema legal. Con sus seis tripulantes zarpó a finales del año pasado.

Le pido a Teresa Gefaell que valore lo que la saga [REC] ha supuesto para Filmax. "Ya habíamos tenido otras películas que nos habían dado una impronta de calidad, como El maquinista (Brad Anderson, 2004), con Christian Bale. Pero la repercusión de [REC] ha sido muy importante. Íbamos a hacer una y al final han sido cuatro. Son, además, películas muy bien pensadas, diseñadas para un mercado internacional. En una ecuación calidad/precio han sido extraordinariamente rentables, sobre todo la primera, que fue una apuesta muy valiente y fresca sacada adelante por un grupo de chalados. Nunca esperamos que funcionara tan bien. Ahora se está haciendo un esfuerzo de promoción importante con esta. Esperemos que llene las salas. El problema es que siempre se compara y hacerlo con la primera es perder siempre. La saga se ha reinventado en cada título." ¿Está abierta la puerta de Filmax para nuevos rodajes en Canarias? "Por supuesto, aunque por ahora no haya ninguno en perspectiva. Tienen que darse las condiciones. En Canarias el clima es inmejorable y las localizaciones son bárbaras. ?El rodaje fue una gran experiencia y la hospitalidad canaria espectacular. Hubo muchos llantos el día de la despedida."