El manejo de los archivos, fuentes en los que se encuentra la información genealógica mediante el uso de una nueva guía de ayuda, y la presencia de judíos en el señorío de Agüimes en la primera mitad del siglo XVI fueron los otros dos temas que ocuparon la jornada de ayer, la segunda, del I Encuentro de Genealogía Gran Canaria que culmina hoy en la Real Sociedad Económica de amigos del País de Gran Canaria.

El historiador y profesor jubilado Jesús Rodríguez Calleja presentó una guía de ayuda a los aficionados interesados en indagar sobre sus propios ancestros durante la conferencia que pronunció titulada Metodología para la explotación demográfica de los registros parroquiales.

"Muchas de estas personas van desorientadas así que decidí hacer esta guía para que sepan manejarse con los registros y conozcan con qué se van a enfrentar", según Rodríguez Calleja, que considera el problema más común de los que se acercan a la genealogía por afición "no saber leer la documentación original. No tiene la ortografía actual y algunos nombres ya no se utilizan". La guía, de unas 40 páginas, podrá descargarse cuando acabe este I Encuentro en el sitio en Internet Geneacanaria.blogspot.com.es.

"Todos hemos tenido dificultades al empezar a realizar trabajos genealógicos", según el historiador, que considera que "una persona con conocimientos básicos puede llegar a completar su genealogía", un árbol que, en cualquier caso, requiere su tiempo. "Si quieres aprender, hacerlo de la noche a la mañana es casi imposible".

Rafael Rodríguez de Castro es, como Rodríguez Calleja, un investigador con años de experiencia.

En su ponencia Familias judías en Agüimes durante la primera mitad del siglo XVI detalló la presencia de comerciantes judíos que hicieron negocio en el territorio del señorío, información que ya se incluye en el libro Población de Agüimes de 1481-1580, presentado hace un mes y del que es coautor conLuis García Correa y Gómez.

El sacerdote, licenciado en Derecho y antropólogo además de especialista en lenguas semitas, señaló que de las familias con ascendencia judía de la época quedan descendientes con apellidos como Espino, Hernández o Vélez.