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Dos ensayos enriquecen la poesía de Claudio Rodríguez y Eugenio Padorno

Mercurio Editorial inicia una colección titulada 'Sobreescritos' con autores canarios

'Fragmentos'. LP / DLP

Dos ensayos, que inauguran la colección Sobreescritos dentro de la editorial Mercurio, revelan nuevos matices en la poesía de Claudio Rodríguez y Eugenio Padorno. Se trata de dos obras que enriquecen la poesía de ambos autores, con el análisis riguroso y profundo de dos de sus mayores admiradores. Así lo aseguraron ayer los escritores Miguel Pérez Alvarado y Domingo Fernández Agís en la presentación de estos títulos que tuvo lugar en el Club LA PROVINCIA y en la que intervino el director de la editorial Jorge A. Liria.

Sobreescritos, por tanto, presenta a escritores o críticos literarios que analizan a algunos de los autores que admiran. Así, el primero, que firma Domingo Fernández Agís, lleva el título de Una ética en la estética. Anotaciones sobre el pensar y vivir en poesía de Eugenio Padorno. Mientras que el segundo, realizado por Jorge Rodríguez Padrón, ha sido titulado Fragmentos para Claudio Rodríguez.

Nada más comenzar, Miguel Pérez Alvarado realizó una reflexión sobre la importancia de este tipo de obras en la que unos escritores hablan sobre otros. "Se trata de autores que son diferentes entre sí, pero que guardan algunos elementos en común", dijo. Para Pérez Alvarado, la primera idea importante que hay que destacar de ambos libros tiene que ver con que no se trata de dos autores, Domingo Fernández Agís y Jorge Rodríguez Padrón, leyendo a Eugenio Padorno y a Claudio Rodríguez, respectivamente, sino que detrás existe "una implicación sincera de estas dos personas al escribir sobre ellos".

Pensamiento

El resultado es, por tanto, un texto que no sólo habla sobre esos dos autores, sino que pone sobre la mesa el pensamiento de Domingo y Jorge de una manera más relevante. "Se da un espacio para que haya cuatro voces dialogando", dijo. Para el especialista, son dos autores a los que, respectivamente, les desata una pasión personal, porque en los escritores que estudian pueden ver algo que les convoca, o que les arrastra.

"En cada uno de estos libros no hay un análisis académico, ni algo que pretenda ser exhaustivo en cuanto a cerrar la obra de Eugenio ni Claudio Rodríguez, sino más bien lo contrario, ya que se trata de abrir un marco más amplio de significados porque, en realidad, se trata de la lectura que ambos han hecho de lo que les apasiona".

Para el escritor existen cuatro ideas que las unen. La primera es que tanto los autores de los ensayos como los poetas que se analiza "tienen una manera de ver la escritura como un compromiso ético". La segunda sería entender sus respectivas obras como un pensamiento. La tercera se resumiría en ver su escritura como un motivo para apasionarse en la que ambos autores son convocados, y no como una mera distancia a la que analizar académicamente. Y como cuarta y última idea, que los autores "ven que en la obra de ambos poetas un territorio en el que lo que está en juego es la memoria heredada".

Pérez subrayó que la colección se llama Sobreescritos, ya que tendrá continuidad con una voluntad no sólo de leer, sino de sobreescribir, que significa, en definitiva, que "sobre lo escrito se pueda tener un eco que sea también escritura". El escritor recordó que se trata de libros breves "y el formato pretende que sean una forma de mirar la obra de manera intensa más que extensa", señaló.

Pérez Alvarado definió a Claudio Rodríguez como un poeta "muy importante y poco clasificable, aunque se dice que pertenece a la generación de los 50", y el libro que firma Jorge Rodríguez "como el reto de una persona por descifrar una personalidad compleja". Por este motivo, asegura que sobreescribir no es volver a decir lo mismo, sino aportar un nuevo matiz. "Jorge no escribe poesía, sino que realiza crítica, pero ha acudido a la poesía de Claudio Rodríguez en varias ocasiones en su vida y hay una influencia clara en su manera de ver la poesía para vivir la poesía".

Por su parte, Domingo Fernández Agís aseguró que escribió su libro como una implicación muy personal. "No es una obra académica y nace de una relación apasionada con la escritura de Eugenio Padorno en un momento en el que di un giro a mi propia escritura, siguiendo la lectura de su obra", aseguró. El escritor añadió que en su obra hay una relación muy especial con la poesía de Padorno porque la relación con Canarias, y en particular con Las Palmas, con el paisaje, la ciudad, la historia, el pueblo, "lo he vivido muy intensamente y se refleja en cómo ha quedado la obra".

Fernández Agrís reconoció que la orientación que le ha dado al libro pretendía poner de relieve los aspectos que más le han emocionado dentro de la poesía de Eugenio Padorno "en la que no hay un impulso exclusivamente estético, sino ético, y un deseo de conocerse, transformarse, realizarse, y, al mismo tiempo, abrir perspectivas para otras personas".

El especialista también reconoció que la obra editada ahora por Mercurio es el trabajo de más envergadura que ha hecho sobre autores de filología y filosofía-.

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