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Entrevista. Religiosa teresiana

Margarita Alcalde: "Teresa de Jesús reivindicó el papel de la mujer"

"Su mensaje es de gran actualidad: asumir las responsabilidades que tenemos cada uno para cambiar las cosas"

Margarita Alcalde Rodríguez. JOSÉ CARLOS GUERRA

¿Qué destacaría de la figura de Santa Teresa de Jesús?

Lo primero es como al encontrarnos con su persona, con su vida, sus escritos..., nos estimula, nos cambia nos transforma y nos hace encontrarnos con Jesús. Era una mujer extraordinaria pero no puedes leerla sin encontrarte directamente con Jesús. A través de sus textos todo el mundo podemos escucharla y encontrarnos con ella, para encontrarnos con Jesús, y para ser mejores cristianos, que es lo que se pretende en definitiva.

Fue una mujer de extraordinaria religiosidad, pero también con muchos matices personales. ¿Cuáles sobresalen a su juicio?

El primero que fue una mujer avanzada para su tiempo, un caso muy particular de una mujer muy consciente de su ser mujer; reivindicó el papel de la mujer en la sociedad y en la iglesia del siglo XVI, casi nada. En segundo lugar me he centrado en su mirada profunda, al interior de si misma y de las personas, porque era muy consciente de su situación, de sus reacciones, se estudiaba mucho por dentro y se analizaba, pero también veía a las demás personas por el interior, por eso decía tanto que no estamos huecos por dentro, estamos habitados, somos algo más que sólo este cuerpo, decía ella, con esa mirada profunda que incluso hoy en día sigue siendo tan necesaria. Por supuesto es destacable su ser orante, es una mujer de oración, por su relación con Dios desde la experiencia mística es de las figuras más relevantes en la historia de la Iglesia y es una buena maestra de oración para nosotros ahora. También quiero destacar su talante fuerte, valiente, generoso, nada se le ponía por delante, era capaz de cualquier cosa. Su talento para la relación era fantástico, debía ser una mujer con un atractivo, una capacidad de diálogo, se ganaba a la gente enseguida, y ese es un rasgo a destacar, aunque hay muchos más, su alegría, su cordialidad...

'La fuerza de un sueño' es el título de su conferencia pero también el lema de los actos programados por el V Centenario de su nacimiento. ¿Cuál es ese sueño que perdura en la actualidad?

Somos la familia Teresiana de Enrique de Ossó, un sacerdote catalán que fundó la congregación en 1840. Cuando él conoció la obra de Teresa de Jesús todo lo que construyó lo hizo en torno a su figura. El sueño de Enrique de Ossó en pleno siglo XIX, era restaurar la sociedad española y la de todo el mundo por medio de la figura de Teresa de Jesús. El creía que leyéndola e imitándola, España se regeneraría y con ella el mundo, y entonces empezó a fundar la congregación religiosa, asociaciones para niños, para chicas y chicos jóvenes... Pensó en crear una hermandad teresiana universal, algo que no logró porque murió joven. La fuerza del sueño de Enrique de Ossó que enganchó con el siglo XVI de Teresa de Jesús en pleno siglo XIX, sigue todavía hoy. Nosotros participamos de la fuerza de ese sueño que nos sigue moviendo, estamos bebiendo todavía de esas fuentes. Ahora mismo somos testigos de que la celebración del centenario está moviendo muchas cosas en la gente, está entusiasmando otra vez, está haciendo su papel. Es impresionante que una mujer de hace 500 años siga siendo tan actual.

¿Cuál es ese mensaje que sigue vigente hoy en un contexto social donde hay mucho culto a lo superficial, donde se cree poco y donde prima el descontento?

Su mensaje es de gran actualidad: asumir las responsabilidades que tenemos cada uno de cambiar las cosas. Teresa de Jesús vivió la conquista de América y la reforma, cuando Lutero se separó de la Iglesia. Era un momento malo socialmente en España y en la Iglesia, y ella, aunque era una monja de clausura sabía todo lo que sucedía en el mundo y le preocupaba muchísimo. Un día determinó que haría lo poquito que podía, que era cumplir los consejos evangélicos con toda la perfección que pudiese y preocuparse de que a su alrededor hicieran lo mismo. Ninguno de nosotros vamos a poder arreglar el mundo, pero el poquito que puedo si, en mi entorno, con mis vecinos, en mi colegio, en mi familia. Muchos poquitos son capaces de conseguir mucho. Así empezó Teresa de Jesús la reforma, con las monjas de su convento, y 500 años después estamos hablando de ella.

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