El público de Raphael es distinto a los demás. Más fiel, más efusivo, más incondicional, formado por unos fans que abarcan todas la generaciones y que conocen su biografía hasta el último detalle. Así se pudo comprobar ayer, en los prolegómenos del concierto que el cantante ofreció en el Gran Canaria Arena. 3.400 afortunados acudieron a un lugar donde podrían caber siete mil, ya que el artista prefiere vender menos entradas para convertir sus citas en noches mágicas e inolvidables, y pudieron disfrutar del espectáculo que el cantante de Linares ofreció dentro de su gira Amor & Desamor en un formato auditorio. Un público reducido para un show especial, preparado hasta el último detalle para satisfacer a sus seguidores.

Acompañado de cinco músicos, y con una escenografía con paneles de colores, el incombustible showman abrió con Si ha de ser así, y siguió con Mi gran noche, Se fue, La canción del trabajo, Se me va. Así hasta un total de 36 canciones durante tres horas. Con todo el mundo de pie desde el primer tema, y con la presencia de muchas caras conocidas, entre ellas la del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, Raphael se pasó el concierto recorriendo el escenario de un lado a otro y saludando a los fans más cercanos.

Muchos de los que estuvieron ayer en Siete Palmas ya tienen comprada su entrada para el concierto que ofrecerá el próximo 25 de julio en este mismo escenario, una nueva cita que el cantante ha incluido por la expectación que ha despertado en la Isla, ya que las de ayer se agotaron en diciembre. Raphael aprovechará que tiene un viaje a La Palma al día siguiente para actuar en la bajada de la Virgen y volverá a Gran Canaria. Desde que se convirtió en la estrella del pasado Festival Sonorama, el artista ha aumentado su venta de discos, ahora lo siguen más jóvenes, y atraviesa el mejor momento de su carrera. En las pasadas navidades ofreció nada menos que 20 conciertos en Madrid.

Tres seguidoras confesaban ayer su admiración al cantante. María Eugenia Bolaños, trabajadora social del Ayuntamiento de Las Palmas, de 39 años, señala que "lo que más me gusta es su presencia en el escenario, la forma en que se mueve, en cómo se gana al público, y el chorro de voz alucinante que tiene. Además, el público que lo sigue es supervariopinto".

María Jesús Ramos, de 68 años, añade que "me gusta todo, me encanta desde que era joven, me gusta mucho su voz, sigo sus canciones. Es todo un espectáculo y voy a verlo cada vez que viene".

Mónica Hernández, de 44 años, que trabaja en el Hospital Negrín, se declara como una de sus fans número uno y ha acudido a 14 conciertos suyos. "Lo sigo desde que tenía 24 años. Y lo he visto aquí, en la Península" Mónica reconoce que le gusta todo del él y destaca temas como El Ave María, La llorona, Soy aquel, y, sobre todo Digan lo que digan. "Siempre he comprado entradas para estar situada entre las primeras filas, y esta mañana fui por el hotel Santa Catalina a ver si tenía oportunidad de verlo, pero no estaba allí".