La Provincia - Diario de Las Palmas

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"El Club era de todos y traté de integrar a los extremos"

El periodista y escritor palmero Luis León Barreto, director del Club LA PROVINCIA desde 1985 hasta 2000. JUAN CARLOS CASTRO

Este año el Club LA PROVINCIA celebra su 35o aniversario como un foro de debate abierto sobre la actualidad y el pasado, al servicio del pluralismo, y también como sala de exposiciones. ¿Durante cuánto tiempo ejerció de director?

Unos 15 años. Fui el segundo después de Guillermo García-Alcalde, y pudo ser de 1985 a 2000. La primera parte todavía estaba yo en El Sebadal, donde estaba entonces el periódico LA PROVINCIA, del que era subdirector, y también llevaba el Club Prensa Canaria.

¿Cómo definiría en una frase el Club LA PROVINCIA?

El entonces Club Prensa Canaria creo que era el Hyde Park Corner de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. El sitio donde había debates, diálogos de todo tipo. Como anécdota, en un primer lugar, la gente de extrema izquierda, los independentistas, los partidos a la izquierda del partido comunista, se negaban a ir, porque decían que era un foro burgués. Pero luego todos estaban encantados y fueron todos.

¿Se subieron al tren?

Sí, por supuesto. Porque era un espacio de contraste de opinión, era gratuito, acudía bastante gente, tenía muy buena cobertura en el periódico, y cuando venían las elecciones, pues todos los partidos pequeños que normalmente nadie les daba cancha en ningún sitio, Falange Española o el Partido Comunista de los Pueblos de España, todos estaban encantados de ir. Y luego también fue muy importante la labor que se hizo con las exposiciones de pintura, que en mi época organicé más de 200 exposiciones.

Precisamente como galería de arte, el Club sigue siendo una plataforma tanto para artistas consagrados como noveles.

En la ciudad había muy pocas salas de exposiciones en esos años 80 y 90, y entonces mi propuesta era dar cancha a gente que empezaba, veinteañera, y luego venían los más conocidos, la generación de los 70: Pedro González, Premio Canarias de Bellas Artes, Juan José Gil, Leopoldo Emperador.

De los trabajos de los jóvenes, ¿cuál le sorprendió más?

Gente como Ana de la Puente y Fabiola Ubani, luego han tenido una trayectoria bastante buena desde mi punto de vista. Como innovación, también hice exposiciones de fotografía, incluso alguna de cerámica creativa, basado un poco en la forma prehispánica, guanche, ya evolucionada, que no era frecuente hacerlo en esta sala.

¿El tema más delicado que ha tenido que tratar en el Club?

Había una formación próxima a ETA en el País Vasco, Herri Batasuna. En un momento determinado vino uno de sus senadores y habló en el Club. Era un moderado del entorno de ETA, en teoría, y eso también produjo bastante revuelo, hubo cartas al director, que era una vergüenza, pero mi lema era llegar, integrar a los extremos [políticos], tanto por un lado como por otro. También hubo agrupaciones de extrema derecha, en la línea de lo que era Fuerza Nueva en su época, que también hablaron en el Club. Yo procuré integrar a los extremos tanto por la derecha como por la izquierda, porque creo que el Club era de todos, y eso a veces originaba ciertos incidentes, por ejemplo, gente que venía con pancartas a boicotear, a armar revuelo, pero en todo caso eran incidentes menores, y creo que era necesario educar a la gente para la convivencia, incluso llegando a esos extremos, aparentemente difíciles. Con los independentistas, cuando vino Manuel Hermoso la primera vez a hablar al Club Prensa Canaria, tuvo que salir por la puerta de atrás, porque era la primera vez que un presidente de Tenerife venía a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, y aquí contando con la rivalidad que hay con Tenerife, pues se armó una buena gresca, porque vino gente para boicotear el acto. Tuvimos que sacarlo por la puerta de servicio, por el garaje, que daba a la calle Pedro de Vera. Había 200 personas allí, unos gritando. En mi época se hicieron cosas bastante atrevidas a ese nivel.

¿Qué cosas no pudo hacer durante su mandato que le hubiera gustado emprender?

Muchas cosas. No había presupuesto, no se podía traer a nadie de fuera de manera específica para que dieran una charla, como Mario Vargas Llosa o Gabriel García Márquez. Entonces no se podían hacer catálogos de las exposiciones, porque no había presupuesto para ello, no se podía pagar un billete de avión, hotel.

En ese sentido tenían que jugar con la limitación de recursos, pero sacando el máximo rendimiento.

Claro. Aprovechábamos que el PSOE, Izquierda Unida traían a alguien. Recuerdo que vinieron Santiago Carrillo y [Manuel] Fraga, pero aprovechando visitas que ya tenían aquí, entonces daban en el Club una charla, un coloquio.

De esos numerosos líderes políticos, ¿cuál le sorprendió para bien y para mal?

Creo que Alfonso Guerra y Carrillo daban siempre un nivel bastante serio, alto. Y en el otro lado [político], Jorge Verstrynge, Antonio Hernández Mancha, que fueron líderes fugaces del PP, estamos hablando de los años 80, y pasaron por aquí también. Jerónimo Saavedra había hablado muchas veces.

El Club Prensa Canaria también albergó charlas esotéricas.

Estos temas de parapsicología y esoterismo estaban muy en boga en los 80. Una vez vino un señor sumamente conocido de un programa en la radio. Habló de una base supuesta de ovnis que hay cerca de Lanzarote. Según él, son ciudades sumergidas, de las que los ovnis salen. Dijo en un momento determinado: "En esta sala hay cuatro extraterrestres, les he pedido que sean prudentes, que no se quiten la piel,

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