Los trabajadores de Urgencias del Hospital Insular salieron ayer a la calle para protestar por el colapso y deterioro del servicio. Bajo el lema, Dignidad en Urgencias, el personal se concentró en las puertas del centro hospitalario en el primer día de huelga indefinida, convocada por el sindicato UGT.

Las movilizaciones se repetirán cada día hasta que la consejera de Sanidad, Brígida Mendoza, se comprometa por escrito a acatar las demandas dirigidas fundamentalmente a descongestionar el servicio. Por su parte, la gerencia del complejo espera acercar posturas antes del fin de semana.

No obstante, la Asociación Defensor del Paciente solicitaba ayer lunes la intervención del Fiscal General de Canarias, Vicente Garrido, para tratar de poner fin a la huelga indefinida que se ha iniciado en los servicios del Insular y del Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC), informó Europa Press.

Según este colectivo, la huelga supone un "agravamiento" en la asistencia a los pacientes -aunque UGT ha aclarado que la huelga es a la inversa, con más personal para demostrar las necesidades del sistema- ya que de por sí las esperas, los colapsos y la falta de intimidad que sufren, "se verá agravada atentando a la dignidad de las personas".

Entre las reivindicaciones se encuentran reforzar la plantilla, sobre todo cuando haya pacientes pendientes de ingreso; habilitar camas en las plantas para aligerar los ingresos; y activar el traslado en ambulancia de los usuarios a sus domicilios, tanto desde Urgencias, como desde las plantas. Los trabajadores quisieron dejar claro ayer que en ningún momento piden incrementos salariales, sino una mejora del servicio.

Además de la concentración, como primera medida, ayer tenían previsto ir a trabajar al menos el doble de la plantilla, de manera que se pudiera comprobar cómo funcionaría el servicio con el personal suficiente. Pero la gerencia del complejo hospitalario se lo impidió, alegando que carecían de seguro para desarrollar su labor en un turno que no le corresponde.

"En el servicio no hay intimidad, ni dignidad. Se mueren unos al lado de los otros. Nos damos cuenta de que una persona se muere cuando vemos al paciente de al lado llorando y virado de espaldas", relató Rito Pérez, uno de los enfermeros que ayer secundó la protesta.

Como la de este sanitario, las experiencias de los trabajadores del Servicio Canario de Salud (SCS) son sobrecogedoras: pacientes aparcados en las salidas de emergencia del servicio, días de espera, hacinamiento, falta de equipamiento y espacio, más del doble de pacientes de lo recomendado por cada sanitario, turnos de 12 horas sin tiempo para comer...

Una visión que contrasta con la de la gerencia. "Todos los aspectos están cubiertos", aseguró ayer el gerente, Víctor Naranjo, que afirmó que cuando se produce "un exceso de demanda" se lleva a cabo un refuerzo. Según Naranjo, hasta el momento se han habilitado 20 camas que permanecían cerradas y se ha contratado a 30 personas.

Pese a todo esto, el gerente adelantó que, después de la reunión de la semana pasada entre la consejera y el comité de huelga, espera acercar posturas antes del fin de semana para lo que la gerencia está "recabando datos".

Luis Brito, secretario de organización de Federación de Servicios Públicos de UGT calificó ayer de "éxito" la primera jornada de huelga y comunicó que habrá concentraciones cada día a las 10.00 horas. Brito recordó que Urgencias debe cubrir unos servicios mínimos del 100%, por lo que no puede hacer una huelga tradicional. UGT cifró en un 90% la participación del personal, mientras que Sanidad lo dejó en un 0%, tras informar que en el turno de mañana ningún trabajador se sumó a la protesta.

La convocatoria está dirigida al personal sanitario no facultativo y al no sanitario, pero algunos médicos se adhirieron. Ese fue el caso de Sonja Rodríguez de la Sierra, que trabaja como médico de Urgencias hace 23 años. "Estamos reivindicando los derechos de los pacientes y de los trabajadores. Tenemos problemas de equipamiento, de espacio...", explicó .