Unos 4.500 españoles permanecen a la espera de un trasplante de riñón, una cifra que consolida a España como el país con la lista de espera por trasplante renal más baja del mundo.

Así lo aseguró ayer el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, en una rueda de prensa con motivo del Día Mundial del Riñón en la que subrayó la tendencia a disminuir estos tiempos de espera gracias al aumento de todas las formas de trasplante.

El año pasado se realizaron en España cerca de 2.700 trasplantes de riñón y, en lo que llevamos de año, este tipo de intervenciones ha aumentado un 12 por ciento como consecuencia, principalmente, del aumento de que el número de donantes en asistolia se ha multiplicado por cinco. El trasplante renal es el más numeroso y, también, el que se ha incrementado más durante el pasado año, según ha destacado Matesanz, quien confía en "dar la vuelta" a la lista de espera en poco tiempo si se mantiene el ritmo del año pasado.

Cada trasplante renal supone una supervivencia de 19,3 años y una ganancia media de 15,3 años de vida, explicó el director de la ONT.