A los cinco años comenzó a tocar el piano y a los nueve hizo su debut con orquesta. Ahora, a punto de cumplir los 20 años, Jan Lisiecki recorre las salas más importantes del mundo, como Carnegie Hall en Nueva York, Royal Albert Hall en Londres o Konzerthaus en Viena.
En su primera visita a Canarias y la segunda a España, el joven pianista actuará hoy martes, a las 20.30 horas, en el Paraninfo de la ULPGC, en un concierto que se enmarca dentro de la programación de la temporada 2014 - 2015 de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria.
"No es cierto que a los jóvenes no les interese la música clásica. Cuando actúo suele haber jóvenes entre el público", explicó ayer ayer en la presentación del concierto, el pianista canadiense de padres polacos que sólo ha tocado una vez en nuestro país, en concreto, en Gerona.
Lisiecki se enamoró del piano con sólo cinco años de edad. Un amigo de sus padres le regaló un piano "de más de cien años" porque su familia no tenía dinero para comprárselo cuando llegaron a Canadá. "Con esa edad tenía mucha energía y usé el piano para desfogarme. Desde entonces no lo he dejado nunca", recordó el joven músico que ha trabajado con algunos de los directores y las orquestas más importantes del mundo.
A los 15 años firmó un contrato de grabación en exclusiva con el sello Deutsche Grammophon, publicando discos en 2012 y 2013 por los que fue nominado al premio Juno. En los últimos años ha debutado con Claudio Abbado y la Orchestra dell'Accademia Nazionale di Santa Cecilia en el Royal Albert Hall de Londres, con la Orchestra Filarmónica della Scala en Milán, y ha tenido varios compromisos con Orchestre de París y la Filarmónica de Nueva York.
Pese a llevar desde pequeño pegado a la música, Lisiecki niega que se haya perdido algo en la vida. "Para mí, haberme dedicado desde tan pequeño al piano no significa haber perdido mi infancia o mi juventud. Yo lo comparo con la dedicación de los atletas olímpicos. En mi caso mi dedicación es más mental que física, no me gusta practicar todo el día", relató el pianista, acompañado por la presidenta de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria, Pilar Roca, y la tesorera de la institución, Margarita Guerra.
De hecho, el artista que después de tocar en la capital grancanaria visitará Bilbao y Valencia, suele tocar el piano solamente unas cuatro horas al día cuando está en su casa, y unas dos horas cuando se encuentra fuera. "Cuando me veo que lo tengo, dejo de practicar. No necesito mucho tiempo para ello", añadió.
Una habilidad más destacable aún si se tiene en cuenta que esta noche interpretará piezas de gran dificultad de Bach, Paderewski, Mendelssohn y Chopin. "No hay muchos pianistas que toquen Bach porque es difícil de interpretar y memorizar. Es un reto. Para mí es muy importante tocar Bach puro", especificó.
Por su parte, la presidenta Pilar Roca alabó la profesionalidad y habilidad del pianista e hizo hincapié en el interés de la Sociedad Filarmónica en apostar por artistas jóvenes. "Me impresiona cuando veo a gente tan joven con tanta calidad. Es muy importante que los jóvenes vean a otros jóvenes interesados por la música clásica".
