La nave espacial Messenger de la NASA pondrá fin a sus cuatro años de misión en las proximidades de Mercurio el próximo 30 de abril. Pero antes de pulsar el botón de 'apagado', la sonda está enviando nuevo material, entre el que se encuentra las mejores imágenes jamás tomadas del planeta.

Messenger se encuentra actualmente a 15 kilómetros de la superficie de Mercurio, la distancia más pequeña a la que se ha situado en todos estos años. Por ello ha logrado nuevas perspectivas sobre uno de los mayores descubrimientos de la misión hasta la fecha: El hielo que se esconde en los cráteres en sombra permanente cerca de los polos de Mercurio.

En esta zona el hielo permanece congelado a pesar de la cercanía del Sol porque nunca tiene luz solar directa, ha explicado una de las responsables principales del trabajo, Nancy Chabot, de la Universidad Johns Hopkins.

Al principio, las fotografías de los cráteres se veían negros, debido a que sus bordes brillantes saturaban en exceso las imágenes. Pero mediante el procesamiento de las fotografías de manera diferente, Chabot ha podido ver cómo los cráteres oscuros cambiaban de color.

El cráter Fuller

Uno de los cráteres de Mercurio, conocido como Fuller, muestra áreas modeladas de luz y oscuridad. Los expertos indican que, tal vez, tenga algún tipo de material oscuro, rico en carbono por debajo de la capa de hielo. El límite entre las zonas claras y oscuras está visiblemente definido, lo que sugiere que se formaron hace relativamente poco tiempo.

Para los científicos, una posibilidad para este suceso es que una roca espacial que viajó desde el exterior del Sistema Solar, se acabó estrellando en Mercurio. Su depósito de agua en forma de hielo acabo cubriendo el material oscuro del planeta.

Mercurio también es famoso por los cantos largos, o escarpes, que se forman en gran parte de su superficie. El mayor de los escarpes, que puede ser de cientos de kilómetros de largo, es probablemente una grieta formada cuando el planeta se enfrió y se redujo con el tiempo. Ahora, Messenger ha visto versiones en miniatura de estos escarpes.

Por último, la nave ha fotografiado nuevos detalles en los 'huecos' misteriosos descubiertos cuando la nave entró en órbita. Áreas extrañamente brillantes dentro de algunos cráteres, que resultaron ser depresiones de forma irregular.

Messenger vio por primera vez estos 'huecos' en Mercurio en 2011, pero las últimas imágenes muestran estas depresiones en mayor detalle.

Las imágenes en primer plano muestran que los huecos se ven más jóvenes que casi cualquier otra zona de Mercurio. Esto también sugiere que el planeta ha pasado recientemente por algún tipo de cambio.