El próximo 23 de marzo se cumple un año desde que la comunidad internacional reconociera la existencia de un brote de ébola en África, una epidemia que se ha cobrado la vida de al menos 10.000 personas y que, según Médicos del Mundo, sigue sin estar controlada. El nivel de infecciones ha bajado considerablemente y se sitúa en los cien casos por semana.