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Una vida en vilo por un billete

Ryanair denegó el embarque a un niño que tenía que ser trasplantado de manera inmediata en Madrid - Logró volar junto a su familia una hora después con otra compañía

Una vida en vilo por un billete

Una hora puede parecer poco tiempo, pero a veces significa una vida. En este caso la del pequeño Tueya G. S., de 10 años, al que Ryanair no le permitió volar cuando en Madrid estaba todo preparado para someterle a un doble trasplante de órgano.

El pasado sábado 7 de marzo todo era cuestión de minutos. La primera llamada fue a las 14.00 horas en la que el Hospital de La Paz de Madrid comunicaba a los padres de Tueya que después de dos años en lista de espera por fin tenían los órganos que necesitaba el pequeño. Debían volar lo más rápidamente a Madrid, porque de no ser así, el hígado y el riñón serían implantados en otro paciente para no perderlos.

En menos de una hora la familia, natural de Guía, estaba en el aeropuerto de Gran Canaria. El primer vuelo que salía a Madrid era de Ryanair, a las 17.00 horas. Fue entonces, en el mostrador de la compañía de bajo coste, cuando comenzó su calvario.

"Primero nos dijeron que el billete había que comprarlo por internet, luego que era necesario comprarlo con tarjeta. Nosotros llevábamos dinero en metálico, pero una señora nos dijo que lo pagaba ella y que se lo devolviéramos luego. Cuando íbamos a pagar nos dicen que no, que el vuelo estaba cerrado. Luego nos dijeron que iban a hablar con Dublín y finalmente nos dijeron que no lo dejan embarcar porque no sabían en qué condiciones estaba para viajar", relata su madre, Davinia Saavedra.

El siguiente vuelo a Madrid era a las 18.00 horas, pero los padres sabían que cada segundo contaba. Después de tanto tiempo de espera no se podían creer que la vida de su hijo se pusiera en juego por una negativa de una compañía aérea. El Hospital de La Paz les había dicho que desde que supieran el número de vuelo se lo comunicaran para que una ambulancia les esperara en el mismo aeropuerto.

Pese a las súplicas de la familia, Ryanair no les dejó subir a bordo. Tuvieron que esperar una hora más y tomar el vuelo de Air Europa, a las 18.00 horas. "Cuando llegamos a Madrid el cirujano nos dijo que estuvimos a punto de perder los órganos y que los niños canarios deben viajar sí o sí", recuerda la madre de Tueya todavía indignada.

Afortunadamente todo salió bien y en la pista del aeropuerto les esperaba una ambulancia que les trasladaría rápidamente al Hospital de La Paz. Allí, poco antes de la medianoche comenzó la operación por la que llevaban tanto tiempo esperando. Tras una intervención de cerca de 12 horas, el niño se recupera favorablemente en la Unidad de Cuidados Intensivos de este centro hospitalario. En Madrid se quedará una temporada hasta que se recupere totalmente.

"En Air Europa nos trataron estupendamente, nos pusieron en la parte de atrás y cada poco tiempo venían a preguntarnos si queríamos algo", relata Davinia que no entiende el comportamiento de Ryanair cuando ellos viajan al menos cuatro veces al año a Madrid para someterse a las revisiones correspondientes y nunca una compañía les ha puesto trabas ni pedido certificados médicos.

"Cuando veníamos a Madrid nos decía que después del trasplante iba a poder por fin jugar al fútbol porque hasta ahora no podía practicar deportes de contacto", añade con ilusión Davinia.

Después de que se conociera su caso a nivel nacional, gracias a una emisión televisiva, los responsables de Ryanair han intentado ponerse en contacto con la familia para pedirles disculpas, pero ésta se niega. "Yo no tengo nada que decirles, mi hijo corrió un riesgo innecesario por su culpa. Ahora las disculpas no me sirven para nada", comenta Davinia por teléfono desde el Hospital de La Paz.

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