Lo anunció The Wall Street Journal, para causar una conmoción en la industria del móvil: Nintendo desarrollará videojuegos para el iPhone. Todo un salto para el gigante japonés, que pretende entrar en un mercado hasta ahora dominado por los desarrolladores independientes. Y las extensiones y aplicaciones de sus más directos competidores en las consolas: Microsoft (Xbox) y Sony (Play Station). Precisamente la cuota de mercado perdida ante estos rivales parece haber abierto las miras de la compañía nipona, que, entre otros, alumbró al popular fontanero Súper Mario Bros.
Tampoco este sería el primer gran cambio de mercado de Nintendo, empresa que nació, nada menos, a finales del Siglo XIX como fabricante y comercializadora de las populares barajas de cartas tradicionales japonesas. No fue hasta los años sesenta cuando la compañía se adentró en los movedizos terrenos de la industria del entretenimiento digital. Y lo hizo a lo grande, para competir en el negocio de las recién inventadas consolas domésticas. O las portátiles, en las que ha liderado el mercado durante años, gracias a su conseguida DS y posteriores versiones.
Hoy, sin embargo, Nintendo ha quedado relegada al tercer lugar de las ventas de consolas, tras Xbox y Play Station. Éstas máquinas se han convertido en las preferidas de los jugadores más exigentes y los desarrolladores de juegos más sofisticados y espectaculares. La apuesta de Nintendo se ha concentrado en otro concepto bien diferente de diversión tecnológica: la conocida Wii.
La Wii se ha revelado como una consola vanguardista, en la que el jugador utiliza su propio cuerpo como mando de control en el juego. Y si bien Sony y Microsoft han tratado de emular con nuevos ingenios esta mecánica, lo cierto es que son sus mandos convencionales los que gobiernan la mayoría de los usuarios. El método 'tradicional' se ha revelado demasiado potente para una máquina como la Wii, favorita, sin embargo, para un disfrute más familiar. En este escenario se da a conocer el salto de Nintendo al iPhone, que busca llegar primero que sus competidores a un nuevo ecosistema.
