La cancelación de la exposición La bestia y el soberano, que debía inaugurarse en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), ha abierto una crisis entre el director del museo, Bartomeu Marí, y dos de sus colaboradores más próximos, Valentín Roma y Paul B. Preciado, que eran comisarios de la muestra.

Marí decidió no incluir en la exposición una polémica obra escultórica de Ines Doujak que alude al Rey Juan Carlos I por considerarla "inapropiada", en contra del criterio de los comisarios, que se negaron a retirarla, por lo que finalmente el director decidió cancelar la exhibición artística. Marí declaró que tomó la decisión de suspender la exposición al entender que "las obras de arte son mensajes, y hay determinados mensajes que no es apropiado que la institución emita", y en este sentido aseguró que el Macba programa "con gran libertad, pero con responsabilidad", y que "en el arte no vale todo".

Roma y Preciado han emitido un comunicado en el que denuncian abiertamente que la cancelación de la exhibición es "un acto de censura". "Aceptar la supresión de la obra de Ines Doujak no sólo habría comprometido la integridad conceptual de la exposición, sino que también amenaza nuestra comprensión del arte y de la libertad de expresión, así como del rol del museo en la sociedad contemporánea", indican Roma y Preciado, que firman el comunicado junto a los otros dos comisarios, Hans D. Christ e Iris Dressler. Añaden que la decisión del director del Macba "pone en peligro no sólo esta exposición en concreto, sino que revela el funcionamiento no democrático de una institución cultural pública", y reivindican "un museo de arte contemporáneo como una institución pública cuyos límites no deben estar definidos por intereses particulares".

Los comisarios aseguran que "la dirección del Macba tenía conocimiento del contenido de las obras" y que "el director había validado el proyecto y tanto su descripción como la lista de artistas figuraban en la página de internet del Macba desde hace semanas". La cancelación llevó a que un centenar de artistas y trabajadores del museo se concentraran en la institución para mostrar su desacuerdo.