Con motivo del eclipse de Sol que desde Canarias se verá como parcial, el próximo viernes 20 de marzo, el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología ha organizado una actividad observacional para que todo aquel que quiera pueda disfrutar de este fenómeno astronómico.

Los eclipses de Sol ocurren cuando el Sol, la Luna y la Tierra se encuentran perfectamente alineados, de tal forma que nuestro satélite se interpone entre le Tierra y nuestra estrella. Dependiendo de donde se sitúe el observador, podrá observar una eclipse total, parcial o no observar nada en absoluto.

Desde Canarias, al estar muy al sur de la zona en la que será total (islas Feroe, en el Atlántico septentrional, y en las Svalbard, en el océano Ártico), observaremos un eclipse parcial, ocultándose alrededor de un 45% de la superficie solar.

Independientemente de que ocurra un eclipse o se trate de un día cualquiera, dirigir la mirada hacia el Sol entraña un riesgo importante si no se realiza con las debidas medidas de seguridad. Por ello, el Museo Elder ha organizado para el día del eclipse, una actividad observacional. Gafas de eclipse, telescopios con filtros profesionales y sistemas de observación indirecta, serán puestos a disposición del público para que todo aquel que quiera disfrutar del fenómeno lo pueda hacer de forma totalmente segura junto con las explicaciones del personal técnico del centro museístico.

Desde la misma entrada del museo la actividad comenzará, junto con el eclipse, a las 7:45 de la mañana, a las 8:39 alcanzaremos el máximo de ocultación y a las 9:35 la sombra de la Luna abandonará el Sol finalizando así el eclipse. Este horario es válido, sin muchas diferencias, para todas las Islas Canarias.

Si disponemos de los medios adecuados y preferimos observarlo de forma independiente, lo más aconsejable es buscar con antelación un lugar desde el cual tengamos una vista despejada hacia el este, sin edificios o montañas que se interfieran. Puesto que el eclipse comienza poco después del amanecer, es en esa dirección donde se localizará el Sol. Como toda actividad al aire libre, las condiciones meteorológicas pueden dar al traste con nuestra observación. Si queremos asegurarnos de que las nubes no oculten el Sol, cuanto más subamos hacia la zonas altas de las islas menos posibilidades de que sean las nubes quienes oculten nuestra estrella.

Desde el Museo Elder recalcan la importancia de no utilizar sistemas "caseros" de protección. Ni las gafas comunes de sol, las diapositivas o radiografías superpuestas, las gafas de soldador, ni los cristales ahumados, son medidas adecuadas para observar un eclipse. Exponer nuestros ojos al Sol puede provocar lesiones permanentes, incluso ceguera. Al igual que nuestros ojos, las cámaras fotográficas o de vídeo tampoco están diseñadas para fotografiar el Sol por lo que no deben ser utilizadas sin una correcta protección.

En la página del Observatorio Astronómico Nacional se puede encontrar más información sobre el por qué ocurren los eclipses y cuáles son las medidas de seguridad a tener en cuenta.