La delegada en Canarias de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Carmen Guerra, apuntó ayer que desde el centro de control de Marsella, sobre cuyo espacio aéreo volaba el avión de Germanwings cuando ocurrió el siniestro, fue el que dio la voz de alarma. "El controlador vio que el avión descendía sin pedir permiso por lo que declaró la emergencia", indicó Guerra.
La controladora aérea del Centro de Control de Gando apuntó que en accidentes de este tipo, cuando el avión comienza a descender de forma súbita, "lo normal es que los pilotos declaren la emergencia con un mensaje. Repiten tres veces mayday, mayday, mayday para indicar que tienen un problema". Sin embargo, en esta ocasión "no lo hicieron".
Aunque el comandante no se ponga en contacto con los controladores, estos si observan que el avión hace algún viraje que no está programado se ponen en contacto con la aeronave, como se hizo, pero desde la cabina no hubo respuestas por lo que fue entonces cuando se dio el aviso de lo sucedido.
Guerra también aseguró que la ruta donde se produjo el accidente es muy utilizada por las aerolíneas que cubren las rutas entre África y el sur de Europa con el norte del continente europeo. "En esa zona no hay espacios restringidos a los aviones como sí ocurre por ejemplo con el Teide o La Palma, que no se puede sobrevolar por los observatorios de astrofísica", comentó.
A pesar de lo ocurrido, la portavoz de USCA en el Archipiélago incidió en que "cada vez hay más medidas de seguridad" dentro del sector de la aviación, que se han venido reforzando durante los últimos años con controles que incluso se han llevado hasta los accesos de los distintos centros de control aéreo del país.
