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"Me pudo haber pasado a mí"

Los turistas alemanes que disfrutan de sus vacaciones en las Islas se muestran consternados ante la tragedia aérea

"Me pudo haber pasado a mí"

Los visitantes alemanes que disfrutan estos días de sus vacaciones en las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote se mostraron ayer consternados ante el accidente del avión de Germanwinds que se cobró la vida de 150 pasajeros en su ruta de Barcelona a Düsseldorf. Muchos de ellos volverán esta semana a casa "con un nudo en el estómago" tras el siniestro. "Me pudo haber pasado a mí", lamentó ayer compungido el propietario del bar Strandarena de Playa del Inglés, Peter Beckmann, ya que vuela hasta seis veces al año al destino al que se dirigía el Airbus A320.

En los bares alemanes de las zonas turísticas del sur de Gran Canaria no se respiraba ayer aires de fiesta, precisamente. Los clientes echaban un sorbo de cerveza pendientes de la información de última hora que retransmitía el primer canal de la Televisión Pública Alemana (ARD) sobre el accidente mortal del vuelo 4U9525 en el que viajaban 67 alemanes, de los cuales 16 eran alumnos de un colegio de la ciudad de Haltern.

"Mis ojos no dan crédito a lo que ven en la televisión, ya que este grupo de estudiantes proceden de mi misma ciudad de origen", lamentó Peter Beckmann tras la barra de su bar ubicado en el Anexo Dos de Playa del Inglés. El restaurador, afincado desde hace cerca de 30 años en San Bartolomé de Tirajana, confesó que suele viajar a casa una media de seis veces al año y, aunque nunca ha tenido que lamentar ningún percance, este episodio trágico le ha dejado un "sabor amargo" que "seguro" que recordará "la próxima vez que me monte en el avión" con destino a Düsseldorf. "Me pudo haber pasado a mí, por lo que hoy es un día de luto nacional en el que todos los clientes no dejan de hablar de lo mismo en el bar", explicó Beckmann.

Durante la mañana de hoy la hija y el nieto del matrimonio alemán Wiessner se subirán en Gando a un avión que les llevará de vuelta a casa en la región germana de Baden-Württemberg. Anne, la matriarca de la estirpe, aseguró ayer que tenía "el estómago revuelto" por la inseguridad que ha generado el siniestro entre los turistas. "Un accidente siempre es triste, pero cuando a bordo van niños pequeños siempre resulta más doloroso. Estoy deseando que mi hija me llame al aterrizar en Alemania para decirme que el vuelo no ha sufrido ningún contratiempo", añadió la turista junto a su marido Bernd en una mesa del Strandarena.

En el aeropuerto de Lanzarote, Clitz Otto se preparaba para facturar su equipaje después de haber pasado una semana de vacaciones en Puerto del Carmen. Viajó a Dusseldorf en el vuelo de la compañía Condor en torno a las cinco de la tarde de este martes. Se preguntó asombrado "qué pudo ocurrir para que se produjera este accidente con tantos muertos".

La compañía Germanwings no opera en Lanzarote. La pasada jornada tres vuelos llegaron a la isla de los volcanes procedentes de Dusseldorf en vuelos de las aerolíneas Condor, Germania y Air Berlin, que regresaron a la ciudad germana con los pasajeros que recogió en Guacimeta.

Los viajeros se enteraron de lo ocurrido por la televisión, Internet y por las llamadas de familiares y amigos. No podían ocultar su consternación tras conocer este nuevo desastre en la aviación civil.

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