El tráfico ilegal de órganos para el trasplante no es nuevo, siempre ha existido un mercado negro que se aprovecha de la vulnerabilidad de los donantes, en algunos países se ha elevado hasta el nivel de ser reconocido como 'turismo de trasplantes'. En unas ocasiones está vinculado al crimen organizado, que se aprovecha de la incapacidad de los países para satisfacer las necesidades de órganos; en otras, está amparado por la falta de una regulación o una laxa jurisdicción en los países que hacen la vista gorda ante este mercadeo.

Una situación que, según explica a Europa Press el responsable de la división de trasplantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor español José Ramón Núñez, se ve auspiciada por la globalización de Internet. "Internet tiene una oferta múltiple de órganos que nutre la compraventa ilegal de órganos, y que "va saltando de un sitio a otro", advierte.

Así, "en ocasiones es el donante quien se mueve a un país en busca de un receptor, en otras ocasiones es al contrario, o incluso ambos se mueven buscando un paraíso dónde esta práctica no sea perseguida y se pueda llevar a cabo".