La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista. Director general de la Policía

Ignacio Cosidó. "La violencia hacia la mujer es de los delitos que más crecen en España"

Ignacio Cosidó. MIKI LÓPEZ

¿De qué estado de salud goza la Policía española?

Es una de las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos, con un enorme prestigio internacional y contribuye a que España sea una de las democracias más seguras del mundo. Está en constante proceso de transformación para poder responder a las demandas de la sociedad y a las nuevas amenazas.

¿Está preparada la Policía para combatir una de esas nuevas amenazas como puede ser el yihadismo?

España es un país que, por desgracia, tiene una larga experiencia en la lucha contra el yihadismo. Es verdad que estamos ante un terrorismo que tiene una naturaleza distinta a la de ETA. Supone una amenaza global con unos niveles de radicalización muy fuertes. Pero la Policía está demostrando gran eficacia con las detenciones que está llevando a cabo. De todas manera, la radicalización en España no es tan fuerte como en otros países europeos.

Pero existen redes de captación de jóvenes terroristas. ¿Qué cifras manejan sobre el reclutamiento de chicas adolescentes?

Hemos hecho una investigación sobre el reclutamiento de mujeres. Las cifras de España son menores que las de otros países. Las redes de captación son una de nuestras máximas prioridades dentro de la lucha contra el terrorismo, ante el riesgo de que puedan regresar y constituir una amenaza grave.

¿Cuál es el nivel de riesgo ahora mismo?

El Ministerio de Interior elevó recientemente nuestro nivel de amenaza a un nivel 3, y dentro de los subniveles, estamos en el más bajo. Significa que tenemos que estar muy alerta.

¿Considera que la ley de seguridad ciudadana era una demanda de los ciudadanos?

Lo que es una demanda de los ciudadanos es la seguridad ciudadana y lo que el Gobierno intenta es dar los mejores instrumentos jurídicos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para poder cumplir con su trabajo. Estamos en sociedades muy dinámicas en las que las formas de criminalidad evolucionan. La ley que teníamos era de 1992 y era necesaria una actualización.

Entonces, ¿considera injusto que se la conozca como 'ley de la mordaza' por el recorte de libertades?

A la de 1992 la llamaron la 'ley del patadón', son etiquetas fáciles que utilizan los periodistas, y yo respeto la libertad de expresión. Pero responde muy poco a la realidad de lo que es esta ley. Lo cierto es que la nueva norma ofrece más garantías jurídicas a los derechos de los ciudadanos cuando se pone en riesgo la vida de las personas o la actuación de los Cuerpos de Seguridad.

Y a la vez se están reforzando las unidades antidisturbios.

Es un estudio que encargamos por los sucesos en determinadas movilizaciones, en las que se registró un número de agentes heridos que nos parecía excesivo. Se puso en marcha un trabajo para ver cómo podíamos mejorar la capacidad operativa de estas unidades. Al final, convinimos en la necesidad de potenciar estas unidades cuando actúan en conflictos de cierto riesgo. Se han tomado medidas para que cuando actúen lo hagan con un número de policías suficientes para garantizar su seguridad.

Hace unos días anunció que ejercería una presión insoportable sobre los clientes de la prostitución. ¿Quieren acabar con ella, cuál es el objetivo?

El objetivo es acabar con un fenómeno tan denigrante como es la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Puede ser considerado una nueva forma de esclavitud. Nuestro plan no sólo se basa en la investigación de estas organizaciones, sino que también intenta hacer una labor en materia de prevención y de concienciación de la sociedad. Ahí es donde queremos incidir, porque los demandantes de estos servicios pueden convertirse en cómplices de este fenómeno tan detestable como es la trata.

¿Cómo está funcionando el nuevo engranaje de la Policía para atender a las víctimas de violencia de género?

La violencia contra la mujer y en el ámbito familiar es uno de los delitos que está creciendo en España, aunque de manera moderada. Y eso nos preocupa. Tenemos que ser capaces de acabar con esa lacra, decenas de mujeres asesinadas cada año. Pero es una cuestión que no puede tener únicamente una respuesta policial. Aún así, queremos contribuir a que haya una respuesta más eficaz, de ahí los cambios internos. Nuestros objetivos son dos: conseguir que denuncien y mejorar la protección. Pero si no hay denuncia, es difícil que la Policía pueda actuar.

Catorce de las quince mujeres asesinadas el año pasado que habían denunciado estaban calificadas por la Policía con un riesgo bajo o nulo. ¿Hay que cambiar los protocolos?

El protocolo está establecido por la Secretaría de Estado para todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Y me consta que se están revisando constantemente. No obstante, el reto es conseguir también una buena coordinación con fiscales y jueces para que los órganos competentes en dar las órdenes de protección funcionen mejor y sean capaces de detectar los riesgos. Es muy importante no sólo la declaración de la víctima potencial, sino una colaboración más activa de servicios sociales y sanitarios.

¿Cómo ha cambiado el fichaje de @policia (el responsable de las redes sociales) la relación del cuerpo con los ciudadanos?

Creo que es uno de los grandes éxitos que ha tenido la Policía. Somos los líderes en número de seguidores y en interacción con los ciudadanos de estas redes sociales. Estamos ya camino del millón y medio de seguidores en Twitter, y más de 250.000 en Facebook. Nos brinda un potencial de cooperación con los ciudadanos, y de manera particular, con los jóvenes. Da una imagen de Policía moderna, cercana y abierta.

Compartir el artículo

stats