Una salida escalonada, la ausencia de incidentes y la finalización de las obras en muchos tramos han permitido, hasta las ocho de la tarde, que las carreteras no hayan sido para los conductores un "vía crucis" de atascos kilométricos al inicio de sus ansiadas vacaciones de Semana Santa.

Desde las tres de la tarde, cuando ha comenzado la segunda fase de la operación de Tráfico de Semana Santa, se ha producido un accidente mortal con un fallecido, lo que eleva a doce el número de personas que han perdido la vida en otros tantos accidentes en las carreteras desde el inicio de las vacaciones, el 27 de marzo, Viernes de Dolores, en los que otras nueve han resultado heridas.

El siniestro de hoy, según ha informado a Efe la Dirección General de Tráfico (DGT), ha tenido lugar a las 18.45 horas en la N-331, a la altura de la localidad cordobesa de La Rambla, en un choque frontolateral de dos turismos que ha provocado la muerte de un persona y dos heridos.

A pesar de que la tarde del Miércoles Santo es tradicionalmente uno de periodos más complicados para el tráfico por ser la salida de las vacaciones de Semana Santa, poco antes de las 20.00 horas las carreteras han registrado dificultades muy puntuales, especialmente en Cantabria y en las salidas de Madrid hacia Extremadura y Andalucía, pero sin excesivos problemas.

Responsables de la DGT han explicado a Efe que las previsiones de desplazamientos -desde hoy y hasta las doce de la noche del próximo lunes se esperan ocho millones de viajes- se están cumpliendo, pero las carreteras están "absorbiendo" bien la intensidad circulatoria, ayudadas por la práctica inexistencia de accidentes o averías que ralentizan el tráfico.

De hecho, en los diez días de las vacaciones de Semana Santa (la operación especial empezó el viernes 27 de marzo) se producirán 13,5 millones de desplazamientos, medio millón más que el año pasado, favorecidos además por las previsiones de buen tiempo en casi toda España y la bajada del precio de los carburantes.

Aún así, según los datos de la Dirección General de Tráfico, lo peor está en Cantabria con 15 kilómetros de atascos en la A-67 en sentido Palencia entre Santa Cruz de Bezana y Torrelavega, y otros dos entre esta localidad y Santander.

Otros seis kilómetros de retención afectan a la A-8, la autovía del Cantábrico, en Castro Urdiales, también en dirección a la capital cántabra.

En las salidas de Madrid, la situación ha sido bastante tranquila a lo largo de la tarde. Casi cinco horas después de iniciarse esta segunda fase, los conductores que están sufriendo más intensidad del tráfico son los que circulan por la carretera de Extremadura, donde se suman cinco kilómetros de atascos entre Navalcarnero y Valmojado, en Toledo.

Sin abandonar esta provincia ni la A-5, también hay problemas a causa de un accidente a la altura de la localidad toledana La Torre de Esteban Hambrán.

Mientras, en la A-4, carretera de Andalucía, la circulación es intensa entre las localidades de Getafe y Pinto y en la A-3, la de Valencia, han mejorado ya las "puntuales" retenciones que a media tarde se han registrado a la altura de Honrubia (Cuenca). Solo queda tráfico más lento del habitual en Rivas-Vaciamadrid.

Otros puntos que antes de las ocho de la tarde tenían alguna complicación han sido en Murcia, en la A-30, dirección a Cartagena; en la A-7 en Marbella, así como a la entrada de Málaga capital; en la V-30 en Quart de Poblet (Valencia) y en la CV-30 en Paterna.

Y aunque la tarde de hoy era tradicionalmente "punta" en el mayor éxodo de vehículos del año en un corto espacio de tiempo, la mañana del Jueves Santo también figura en las previsiones como conflictiva desde las ocho de la mañana y las dos de la tarde, aunque muchos conductores eligen esta noche y la próxima madrugada para viajar.

Un "éxodo" que incluirá a lo largo de estos cinco días trayectos cortos por carreteras secundarias, especialmente vigiladas por los radares visibles y por los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil al ser estas vías las que concentran más del 80 por ciento de las víctimas mortales en accidente.

Además de controlar la velocidad, los agentes podrán realizar a cualquier hora y en cualquier carretera pruebas de alcohol y drogas y supervisar si la ITV del vehículo ha sido pasada o si el seguro obligatorio está en regla, además de vigilar el uso del cinturón de seguridad, las "sillitas" o el casco.

Desde el aire seis helicópteros equipados con el radar Pegasus apoyarán a los agentes en la vigilancia de la velocidad.

La operación concluirá el 6 de abril, festivo en Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra, La Rioja y País Vasco.