Canarias gozará el próximo mes de septiembre de un espectacular eclipse total de Luna y además será el mejor lugar de Europa para observar todas sus fases, según anunció en el Museo Elder el astrónomo canario Frank A. Rodríguez, quien preparó para su público las mejores imágenes obtenidas del último eclipse solar desde un avión sobre las islas Feroes.

En los eclipses solares se alinean la Tierra, la Luna y el Sol, de manera que el satélite se interpone ante la estrella y la oculta. Esto es posible porque si bien la Luna es 400 veces más pequeña que el Sol, está 400 veces más cerca de la Tierra y logra ocultarlo, menos en los eclipses anulares, en los que el satélite está algo más alejado del planeta, aparenta menos diámetro, se encaja dentro del Sol y forma un espectacular anillo de luz.

En el caso del eclipse lunar, la disposición es distinta, ya que se alinean Sol, Tierra y Luna, de manera que es la Luna llena la que resulta ensombrecida por el planeta al situarse delante del Sol, un mágico evento que tendrá lugar del 27 al 28 de septiembre, comenzará poco después de la medianoche, alcanzará su máximo apogeo sobre las dos de la madrugada y acabará cerca del alba.

La directora del Museo Elder, Rita Hernández, adelanta que el centro volverá a abrir sus puertas a Rodríguez, responsable de AstroEduca.com, para que exponga todos los detalles para su observación para que el público conozca por qué se producen estos fenómenos y cómo gozar del espectáculo que ofrecen los astros.

Así, en la conferencia preparada para este viernes por el astrónomo para exponer su experiencia a la caza de sombras estelares, una de las imágenes más espectaculares obtenidas a 11.000 metros sobre el Atlántico Norte fueron la de los anillos solares.

Tres aviones de astrónomos de distintas partes del mundo despegaron de Dusseldorf y Zurich la mañana del 20 de marzo para meterse en la sombra del eclipse, entre ellos el más famoso meteorólogo de Estados Unidos y Glen Sneider, el creador del programa informático que, instalado en el sistema de navegación de un avión y combinando parámetros como altitud, velocidad de rotación de la Tierra y movimiento de la Luna, logra interceptar la sombra y sobrevolar durante varios minutos de forma perfecta en el centro del eclipse.

Desde esa perspectiva, el privilegiado astrónomo canario obtuvo las mejores imágenes del eclipse solar, en las que resultan llamativas todas sus fases, aunque especialmente la obtenida los instantes iniciales y finales del fenómeno, pues el primer y último resplandor resaltan sobre el anillo de luz que escapa de la sombra y forma el preciado diamante solar.