Un equipo de científicos españoles ha identificado una molécula capaz de prevenir los efectos que el consumo abusivo e intensivo de alcohol (tipo botellón) tiene en el cerebro. El efecto de la molécula, denominada OEA (oleoiletanolamida), se ha probado en ratas y los investigadores han logrado reducir la neuroinflamación y los efectos tóxicos que produce la ingesta de alcohol en el cerebro.

La responsable de este trabajo, Laura Orío, de la Universidad Complutense de Madrid, ha obtenido el Premio Joven Investigador de la Sociedad Internacional de Investigación sobre Drogas. Orío explicó que los niveles elevados de alcohol en sangre producidos por una ingesta intensiva provoca una respuesta inmune e inflamatoria descontrolada que induce una mayor toxicidad cerebral, que afecta, entre otras áreas, a la corteza cerebral.

La molécula usada en esta investigación fue descubierta en 2001 por otro equipo de investigadores españoles, que la halló en el chocolate negro y también en el cuerpo humano, donde se genera de forma natural: se libera desde el intestino y viaja al cerebro.

Hasta ahora, esta molécula había sido estudiada en relación con el apetito (lo controla).