Los reyes Felipe VI y Letizia, acompañados de la princesa Leonor y la infanta Sofía, inauguraron ayer el verano mallorquín con el tradicional posado a las puertas del palacio de Marivent. Durante el encuentro con los medios, el Rey manifestó su disposición a tratar "con normalidad" la propuesta balear para abrir parte de este espacio al público, estudiarla bien para no "dar pasos en falso" y colaborar con el Gobierno autónomo para organizarlo todo de la mejor manera.

El posado fue la primera aparición publica de la Reina tras el fallecimiento de su abuelo, Francisco Rocasolano, el pasado 28 de julio. Los Reyes recuperaron el año pasado la sesión fotográfica en Marivent -interrumpida en 2007- con el objetivo de hacer visible el compromiso de los nuevos monarcas con Mallorca y Baleares.

Tras acercarse los Reyes y sus hijas al medio centenar de informadores presentes para darles la mano uno a uno y agradecerles su asistencia, los cuatro posaron para las cámaras en distintos puntos de los jardines de acceso, el último de ellos en la escalera del palacio -"un clásico", según comentó sonriente el Rey-, para responder a continuación a algunas preguntas de los periodistas.

Así, confirmó que participará en la Copa del Rey de Vela, aunque no todos los días y precisó que aún no tienen decidido hasta cuándo seguirán en Mallorca, "tenemos que ir improvisando", apuntó.

Sobre si sus hijas se inscribirán contestó que "alguna vez, depende de ellas", mientras dirigía su mirada a Leonor, que se encogía de hombros en un gesto espontáneo. Don Felipe también añadió que, como siempre, se encuentra "muy bien" en esta isla, donde "la gente es estupenda", y, ante una última pregunta que se interesaba por su opinión sobre la propuesta de apertura parcial al público de los jardines de Marivent, dijo que "no es cuestión de opinión" y señaló la necesidad de tratar este asunto con normalidad.

La sesión gráfica tuvo lugar a última hora de la tarde y los cuatro miembros de la familia posaron de forma distendida y con atuendo veraniego. Don Felipe llegó al archipiélago el pasado jueves junto a sus hijas y durante la mañana de ayer acudió al Real Club Náutico de Palma. En la isla también se encuentra la reina Sofía, que llevó a cinco de sus ocho nietos a practicar la navegación en la Escuela de Vela.