Parecía un sueño poco alcanzable hace unos meses pero se ha hecho realidad. Gracias a la lucha incansable de su padres y al apoyo de miles de personas, Eidher está ya camino de Boston e ingresará mañana para iniciar el tratamiento contra la extraña enfermedad que padece. Su nombre saltó a la primera plana de las redes sociales y de los medios de comunicación nacionales la pasada primavera, cuando su padre, el conocido actor y cómico Juanka Hernández, solicitaba entrar en el programa Supervivientes.

La razón es que necesitaba 250.000 euros para trasladar y tratar al pequeño en Estados Unidos. Su llamamiento tocó la fibra solidaria de la ciudadanía y tornó ese desespero en esperanza. No entró en el programa, pero la promoción fue suficiente para que el número de cuenta de la Fundación Eidher recaudara todo el dinero necesario. Su madre, Jessica Portillo, se mostraba ayer "feliz" aunque liada con los preparativos del viaje. No en vano se trata de un traslado complicado, con muchas horas en avión, una noche en Madrid,... "no sé cómo lo llevará el niño", apuntaba Portillo, quien sin embargo aseguraba que "está todo perfectamente preparado". "Nos esperan en Boston", señalaba como el mejor resumen a su optimismo, después de una batalla de seis años por que su pequeño se recupere.

El niño padece una extraña enfermedad y su caso es único en el mundo. Se trata de una alteración genética, Trisomía Parcial del Cromosoma 3 46XY, que afecta a prácticamente todos los órganos de su cuerpo. Tras años de lucha en medio del milagro que supone Eidher, los padres del pequeño supieron que en Estados Unidos había una posibilidad. En el centro Children's Boston Hospital se ofrece un tratamiento pero su coste, demasiado elevado para los bolsillos de la familia, provocó que se iniciara una campaña de recogida de fondos.

Así nació la Fundación Eidher, que si bien pretende ayudar a otras personas que padezcan algún tipo de enfermedad rara, se ha centrado en los últimos meses en la carrera del pequeño a la ciudad estadounidense. Se trata de una clínica especializada en genética y que cuenta con los tratamientos más avanzados pero que, tras varias prórrogas, no podía seguir guardando la plaza para el pequeño tinerfeño. Hasta que el pasado mes de mayo lograron la suma necesaria y empezaron a planificar el viaje.

Ayer Jessica Portillo, Eidher, su hermana Indira y dos amigas de la madre partieron a la capital española desde donde hoy cogerán un avión rumbo a Boston. "El jueves (mañana) ingresará en el hospital y empezarán a hacerle todas las pruebas necesarias", indicó la madre quien mantiene una esperanza ciega en la cura: "Los propios médicos confían en lo que puede hacer este tratamiento por la vida de mi hijo", sostenía Portillo.

Eso sí, aún no saben cuánto tiempo tendrán que estar allí ni el tipo de intervención que tendrán que practicar al pequeño, aunque su madre apuntaba a que "mínimo un mes". "En principio tenemos suficiente para las intervenciones", resumía Jessica quien además tuvo palabras de agradecimiento para la compañía Iberia. La aerolínea se ha hecho cargo de los pasajes hasta Estados Unidos.

Más fondos

Ninguno de los dos progenitores de Eidher pierde la perspectiva y saben que es posible que requieran más fondos si los médicos deciden que necesitan más estancia en Boston o si el tratamiento es diferente al pensado inicialmente. "Estamos preparando una nueva campaña que pondremos en marcha próximamente con la que esperamos sumar otros 50.000 euros", explicaba el padre. Si se superara la cifra o si finalmente esta cantidad no fuera necesaria, el cómico apuntaba a que "se quedaría en las arcas de la Fundación para ayudar a otras personas en situaciones similares".

Eidher cumplió semanas atrás un sueño de altura. Concretamente de 2,16 metros que es lo que mide el jugador español de baloncesto Marc Gasol. Gracias a una compañía de seguros, Eidher asistió el día 25 de julio a un evento en el Gran Canaria Arena, según reza la página en Facebook, y protagonizó "unos momentos llenos de ternura". "Debió llamarle la atención que hubiera una madre tan desesperada por llegar hasta él", bromeaba ayer Portillo.