¿Es tan seria la situación de Julián Muñoz?
Realmente está muy enfermo, va a morir. El último informe médico habla de un plazo de vida de uno a cuatro años.
¿Cómo es la vida de Muñoz en prisión?
Como la de cualquier otro preso, no tiene privilegios. Todas las semanas tiene que salir a juicio o al hospital.
¿Cómo fue su intervención?
En dos ocasiones propusimos a la Junta de Tratamiento la aplicación de la libertad condicional adelantada, que el Código Penal prevé para casos de enfermedad grave. La Junta hizo oídos sordos, sin ninguna mención a los informes médicos de la propia prisión, algo que denunciamos al juez. Hay claros indicios de prevaricación por parte de los miembros de la Junta, y pedimos que se investigue. El juez solicitó de motu proprio que un forense viese a Julián, fue a visitarlo y sacó las mismas conclusiones que los médicos de la cárcel. Todos llegan a la misma idea, que en cualquier momento puede sufrir un cuadro que le puede provocar la muerte.
¿Cómo ha recibido la noticia de su tercer grado?
Todavía no es firme. Julián está preocupado, sabe que está muy mal. Creía que no iba a haber la suficiente valentía, por la presión mediática, para tomar la decisión de sacarle de la cárcel. Y también le preocupa que el fiscal, que tiene de plazo hasta el martes, pueda recurrir.
¿Quiere decir eso que, si sale, no volverá a entrar?
Ahora tiene una condena firme de 14 años, y ya ha cumplido siete. Tiene otra de seis que está recurrida ante el Supremo, y otra de dos, de la operación Malaya recurrida por el fiscal. Además, tiene pendientes treinta y pico juicios. Independientemente de lo que pase, no tendría que volver a entrar.
¿Y cuándo podría salir?
En cuanto el fallo sea firme. Si lo recurre el fiscal, el plazo se puede alargar un mes.
También está llevando asuntos a Maite Zaldívar.
Estaba preparándole un recurso para cambiarle de grado, pero renunció, porque estaba a punto de resolverse el tema de Julián, con el que está en buenas relaciones, y un recurso de su hermano. No quería interferir.
A ella no le dan permisos.
El 28 de julio cumplió 9 meses, y el Código dice que cuando se cumple una cuarta parte de la pena ya se puede acceder a permisos. Está teniendo buen comportamiento, limpiando locutorios, no tiene ningún parte. Pedimos el permiso, pero la Junta lo desestimó. A ella le dijeron que habían recibido instrucciones de Madrid.
¿Y cómo lo justifican?
Por la gravedad de la pena (está condenada a tres años de prisión), la alarma social y la lejanía respecto a la libertad condicional, que establecen en tres cuartas partes de la pena. El martes presentamos un recurso para que se le conceda el permiso, al entender que la figura de la alarma social ya no existe en el Código, y que no hay tal lejanía respecto a la condicional, porque el 1 de julio entró en vigor una reforma que la fija en la mitad de condena para aquellas penas inferiores a tres años.
La Pantoja ya ha disfrutado de dos permisos y no ha regresado a la cárcel porque sufre una nefropatía...
Que la Pantoja salga de la cárcel y no Maite es un agravio comparativo. Con la misma pena y el mismo cumplimiento, Pantoja es merecedora de dos permisos, pero Maite no. Está pesando el lío mediático de la Pantoja. E Instituciones Penitenciarias le pasa la patata caliente al juez. Me parece que eso no es asumir responsabilidades.
