Lanzarote vuelve a ser su refugio durante sus vacaciones de verano. ¿Qué es lo que le atrae de esta isla?
Me gusta mucho esta isla. Tengo claro que cuando sea mayor y me jubile me vendré a vivir a Lanzarote. Todas las islas tienen su encanto, pero cuando vine a rodar Mararía a Lanzarote (1997), aunque había estado aquí de joven, viví durante seis meses entre los preparativos del rodaje y la realización de la película. La isla me fue atrapando de tal manera que siempre que puedo vengo de vacaciones.
Si la isla de Lanzarote fuera un personaje de una película, ¿qué personaje sería para usted?
Lancelot, además el nombre tiene algo de parecido.
El cine en Canarias pasa por un periodo de bonanza. Sin embargo, ¿se benefician también de ese momento los autores de las islas?
Hay un buen momento y el cine canario está despuntando con buenos creadores. Sin embargo, hay que destacar que estamos en dos momentos diferentes. Uno es el cine canario con autores del archipiélago como Mateo Gil o Elio Quiroga y otro es el cine industrial como industria. El gran cine americano viene a rodar a Canarias por los incentivos fiscales y lo que tiene de ventajoso para las islas es que se transportan a través de esas imágenes.
Desde luego, dar a conocer Canarias es una de las grandes ventajas.
Siempre que se vea el paisaje y demás, eso es impagable publicitariamente. Si tuvieras que exportar una publicidad de cualquier isla de Canarias no es comparable, lógicamente, a que hagan en el archipiélago la última película de Ridley Scott, que se ve en el mundo entero. Un ejemplo muy claro es lo que supuso Memorias de África para Kenia o la influencia que ha tenido para Barcelona la película de Woody Allen Vicky Cristina Barcelona, una campaña que hubiera sido imposible pagar en la vida y, encima, la película fue un éxito. Los alicientes serían la difusión de la imagen y lo que repercute económicamente en las islas. Te venden una imagen de las islas al tiempo que dejan mucho dinero, con la realización de la película y el coste del producto.
El anzuelo fiscal de las deducciones impositivas de hasta el 38% del coste de las películas que se rueden en Canarias se convierte en un potente foco de atracción para las producciones internacionales. ¿Puede competir Canarias con los incentivos al cine que se ofrecen en otros países dentro y fuera de Europa?
El problema es que en Estados Unidos todos los estados tienen desgravaciones fiscales y en Europa también. Si tú no compites en igualdad de condiciones que el resto, las producciones se van a otro lado. Parte de la película de Isabel Coixet Nadie quiere la noche (protagonizada por Juliette Binoche) la rodamos en Bulgaria [Finse, en Noruega, y Santa Cruz de Tenerife fueron otros lugares en los que se grabaron las escenas]. En Noruega te devuelven el IVA y en un momento determinado, hasta el 50% de lo que se ruede allí. Canarias sí puede competir con los incentivos fiscales de otros países porque cada película es un mundo y no tiene nada que ver. Si quieres rodar en un desierto no puedes hacerlo en Canarias. Hay que hacer un análisis de lo que se hace en cada país en función de lo que se gasten, por ejemplo, en las islas, no del presupuesto total de la película. Imagínate lo que dejaría Spielberg si rodase en Canarias, a parte de poner al archipiélago en el mapa.
¿Volvería a rodar con una mujer como directora, como hizo con Isabel Coixet en Nadie quiere la noche
No tendría ningún problema. Iría en función de la historia de cada película. Si mañana me viniese una directora, la historia que se vaya a rodar nos tiene que valer a los dos. Creo que ningún productor en España o en cualquier otro lugar, si tiene un guión bueno tendrían problemas para trabajar con una directora de cine.
¿Cuál es su próximo proyecto cinematográfico?
Tengo uno pero todavía está muy verde. Se trata de una comedia que se titula Salir del ropero que dirigirá, precisamente, una chica, Ángeles Reiné.
¿Cuándo piensa materializar su idea de rodaje sobre la conquista de las Islas?
La historia es un proyecto a largo plazo que hay que madurar. Es una película grande. Si en algún momento la rodara, lo haría entre las islas de El Hierro y La Gomera porque hay una época de sequedad y otra de vegetación, que te da la laurisilva de La Gomera en este caso. La historia a contar ocurre en El Hierro.
