La pintora tinerfeña Carmen Cólogan estrenó ayer en el Convento Santo Domingo de Teguise su primera exposición individual en Lanzarote, que lleva por título Frondajes y está comisariada por Carmensa de la Hoz. El recorrido por los 18 cuadros y lonas con árboles y hojas, comienza con una reflexión del pintor paisajista chino Guo Xi: "La pintura debe suscitar en quien la contempla el deseo de estar en ella; y la impresión de lo maravilloso que genera la rebasa, la trasciende".
Lo que pretende Cólogan con su propuesta es que "la distancia entre el público y el artista se acorte".
En esa interconexión la autora trae a colación sus experiencias a raíz del denominado síndrome de Stendhal, que se produce cuando el individuo es expuesto a obras de arte particularmente bellas o están colocadas en gran número en un mismo lugar. "Me ha pasado tres veces en mi vida", recordó.
"La primera con el cuadro de los apóstoles de Zurbarán en Sevilla, donde el hilo de luz de la pintura y lo místico que desprende me dejaron conmocionada y estuve llorando media hora. La segunda, en una exposición en Madrid sobre el color y el movimiento de los pintores de la abstracción americana y la tercera vez fue con las esculturas alargadas de Alberto Giacometti en Málaga. A raíz de ahí cada vez que hago un árbol lo hago más largo. Quizás sea el subconsciente y un pretexto para elevarme y encontrar la luz", relató Cólogan. Es estudiosa de la pintura del chino Shitao, quien afirma: "Cuando pintamos un árbol debemos sentir que nos vamos elevando". A través de esos tres elementos de Zurbarán, los expresionistas y Giacometti se explican sus creaciones.
El crítico Eliseo G. Izquierdo asegura en el texto de presentación de Frondajes que "de un tiempo a esta parte, los árboles de Carmen Cólogan se empeñan en crecer llenos de luz, ser luz en sí mismos". Añade que "tal es su lucha emprendida, tal este ensimismamiento por ser luz, que hasta sus inmensos frondes germinados se desprenden de su propia materia. Retorcidas y hechas jirones, las hojas han comenzado también la huída hacia la luz".
Parte de los trabajos de Frondajes pertenecen a Islario, un proyecto de árboles de islas de todo el mundo, como el drago de Tenerife, la platanera de La Palma o el árbol del pan de Pitcairn. Retratos de César Manrique con un cactus, Agustín Millares con una platanera y Óscar Domínguez con un drago forman parte también de Frondajes. La muestra se acompaña con un vídeo de José Carlos Pérez y estará en Teguise, al menos, hasta el 20 de septiembre. Se puede ver en horario de 10.00 a 14.00 horas todos los días menos los sábados.
