El diestro Francisco Rivera Ordóñez fue operado ayer en el quirófano de la plaza de toros de Huesca, por espacio de dos horas y media de una cornada de pronóstico provisional como "muy grave" que produce importantes daños en el bajo vientre, según recoge el parte médico oficial.

El pitón entró entre la zona del pubis hacia la ingle derecha, atravesándole en un trayecto de 25 centímetros y produciendo importantes daños en la cavidad abdominal, contundiendo la arteria iliaca, disecando también la aorta, y afectando desde el colon a varios músculos de la zona peritoneal, y alcanzando el cuerpo vertebral L3. El pronóstico es muy grave por la cantidad de destrozos que produce. No obstante, fuentes del servicio médico de la plaza de toros de Huesca, señalan que el torero se encuentra estable de camino a la UCI del hospital San Jaime de Huesca, y que "lo importante" es que, dentro de la gravedad, "no ha habido perforación ni de intestino ni de estómago". Las mismas fuentes han confesado que el torero entró "consciente y tranquilo" a la enfermería.