El rockero Lenny Kravitz, que también tiene experiencia como actor y diseñador, desveló ayer en Viena su última pasión, la fotografía, con una muestra sobre su vida por los escenarios de medio mundo. Kravitz (Nueva York, 1964) dijo en un encuentro con la prensa cómo pasó de la "frustración" de no poder pasear en solitario para realizar fotos porque siempre estaba rodeado de gente a ver en esa situación el magma creativo de su obra.

Pasó así de ser el objetivo de todas las cámaras a fotógrafo, de "presa" a "depredador". Según el músico, "es interesante ver que mis seguidores se han convertido en el tema de mi primera exposición fotográfica".

"Apuntándoles con mi objetivo, tengo de manera indirecta una visión más profunda de mí mismo y del mundo surrealista en el que me muevo en público", explicó Kravitz.

Subrayó que "lo que era invasivo, ahora es una maravillosa danza entre el depredador y la presa".

La exposición, titulada Flash, recoge medio centenar de obras de un volumen fotográfico con el mismo título, unas imágenes captadas en blanco y negro por el cantante que muestran a seguidores, curiosos y fotógrafos que le asedian a diario en sus giras por el mundo y ofrecen su vida nómada.