Los estudios de máster dispondrán de una nueva oferta el curso 2016-2017. En el tiempo que resta hasta entonces, la Universidad grancanaria analizará su actual catálogo de títulos de segundo ciclo para componer un listado de estudios de máster con sello distintivo, capaz de atraer alumnado internacional y proporcionar, al tiempo, la suficiente flexibilidad para procurar empleo al egresado.
En los últimos cursos la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) ha ido incorporando los nuevos másteres en aplicación del modelo europeo. Ahora oferta 35 titulaciones de este tipo que se sitúan entre las de grado, del primer ciclo, y las de los programas de doctorado, correspondientes al tercero de los ciclos universitarios.
Precisamente los títulos que ahora preparan para continuar itinerario hacia la formación como doctores y futuros investigadores no se verían alterados por la reforma. Tampoco los másteres que habilitan para el ejercicio profesional (como ocurre en determinadas ingenierías).
"Los másteres de investigación hay que mantenerlos así como los sociales, que son habilitantes aunque tengan la matrícula que tengan. En principio, va a ser así", sostiene el vicerrector de Títulos y Doctorado, Rafael Robaina.
La ocupación de plazas, y en origen el mayor o menor atractivo entre los graduados para cursar los estudios, es la razón para modificar la oferta. El último curso 2014-2015 la matrícula media de la ULPGC fue del 56%, una cifra insatisfactoria pese a que haya títulos que logran copar la oferta total de plazas (entre 25 y 30).
Tomando esa tendencia de matrícula el Vicerrectorado ha realiza un estudio predictivo para el curso 2015-2016 de cuyos resultados extraerá conclusiones que serán la base de la modificación de la oferta para el siguiente de 2016-2017. "Esperaremos a ver si esas predicciones son reales para hacer un diseño más acorde con la situación" de la demanda, afirma Robaina.
Pero las decisiones al respecto no solo se tomarán teniendo en cuenta esa prospección. Se apoyarán también en una encuesta que se hará a los estudiantes antes de que acabe el año y a los que se consultará sobre sus expectativas de formación de posgrado.
"Queremos preguntar a nuestros egresados cuál es, de la oferta propia, nacional, europea y mundial, la que más les atrae si deciden cursar un máster".
Un tercer instrumento aportará la información para elaborar la modificación de la oferta del segundo ciclo. Y está en desarrollo por un grupo de la Facultad de Ciencias de la Educación de la ULPGC. Un trabajo de investigación que se concretará en un modelo de medición de propuestas, con elementos cuantitativos y cualitativos que ofrecerán los teóricos resultados de títulos más idóneos en los que apoyar la toma de decisiones.
De entrada, la reforma no contempla la supresión de títulos. "Esa sería la última opción", señala el vicerrector. La reestructuración, la fusión o mejorar su publicidad podría resolver el problema de escasa matrícula. Una decisión que se tomará de abajo a arriba, consultando con los decanos y directores de centros de los que parten las propuestas de nuevos títulos.
